Colours of Ostrava: una celebración de las músicas del mundo
El festival de música Colours of Ostrava tuvo lugar entre el pasado 18 y 21 de julio. Sus asistentes se pasaron tardes y noches de concierto en concierto, bien para escuchar cadencias de ahora o de otras décadas ya sonadas en la radio, o para descubrir talentos más alternativos. Radio Praga estuvo presente, especialmente para escuchar a quienes vinieron de Latinoamérica y España.
El antiguo complejo industrial Dolní Vítkovice es desde el 2012 el espacio de Colours. Entre sus extravagantes y gigantes formas de color cobrizo desgastado se colaron miles de personas de todas las categorías etáreas con un apretado programa de espectáculos entre sus manos.
A primera vista el reparto del festival pudo haber parecido un tanto intimidante, por la cantidad de músicos y porque una gran parte de estos les son desconocidos a los asistentes, pues el espectro musical de Ostrava es de tal magnitud que difícilmente un solo individuo puede orientarse en la totalidad de éste. No obstante, eso es precisamente uno de los encantos de Colours, nos explica la joven Jana Osičková, una asidua del festival.
"La verdad es que vengo regularmente cada año. Cada vez es en cierta forma diferente y siempre hay para escoger. Este año está bastante bien y tengo la sensación de que tengo más espacio para elegir entre escenarios, intérpretes y no solo musicalmente, sino de la cultura en general. La mayoría de las veces intento venir en limpio y más que todo descubrir en lugar de venir para ver a los intérpretes principales. Es que para mí en este festival se trata de descubrir nueva música más que de cualquier otra cosa".Agregó que le encanta explorar lo que es la escena de música electrónica y que es allí donde ella, personalmente, encuentra la mayor variedad.
Una de las mayores revelaciones de la electrónica fue el dúo colombiano Cero39, que deconstruye los ritmos propios del Caribe y de la cultura popular latinoamericana para darles una onda futurista mediante su tecnología musical. Tonos de hip-hop, reggaeton y, por supuesto, cumbia se ensamblaron con la visualización, realizada por un checo, que acompañó a este espectáculo hecho casi para volar al trópico.
Cero39, título del proyecto electrónico de Mauricio Álvarez y Darío Sendoya, es mucho más que solo una cifra, pues alude al bagaje cultural colombiano, como nos explica Mauricio.
"Hace referencia a una canción vallenata que es una música tradicional colombiana, pues bastante popular. Es la placa de un taxi que se llevó a una mujer que estaba con el cantante. Entonces es un tipo de lamento, pero más allá de eso es una canción que nos recuerda todo el tiempo a qué pertenecemos".
Etnografía musical con Radio Cos
El motivo de lo autóctono y lo tradicional se vio también en formas más puristas con el grupo gallego Radio Cos que tocó en horas de la tarde e1 primer día del festival. El músico e investigador Xurxo Fernandes, uno de los panderetistas del grupo, nos habla del repertorio interpretado en Ostrava."Quisimos hacer unas pinceladas de otras músicas. Así tenemos por ejemplo un alalá, que es un canto lento, tradicional de Galicia, mezclado con un joró, que es un ritmo muy popular en Bulgaria".
El ritmo de la muñeira, típico de Galicia, se armonizó también con sonidos de la India y así mismo se escucharon motivos celtas. De esta manera, Radio Cos hizo una instrumentación del legado musical que terminó por definir el paisaje sonoro de su región gallega. Radio Cos es el fruto de una vida dedicada a la investigación, nos comenta Xurxo Fernandes.
"Nos dedicamos a recopilar preferentemente música, así como bailes y ropa antigua porque también sufrió un proceso de cambio muy brutal. Ahora está todo globalizado, pero es que si rasgas un poco en Galicia la gente hace 60 años se veía totalmente diferente, con unas prendas que ya no existen hoy en día".
Músicas del mundo
En el solemne auditorio Gong, una estructura que se incoporó entre los años 2011 y 2012 al área de Vítkovice para albergar conferencias, clases magistrales y conciertos, hizo presencia uno de los grandes maestros del piano, el cubano Omar Sosa. Estuvo acompañado por el senegalés Seckou Keita y su kora, una suerte de arpa, y el venezolano Gustavo Ovalles en la percusión.Conmovieron a la audiencia con su repertorio lleno de motivos afrolatinos estilizados gracias al encuentro de tan divergentes instrumentos, tanto como las culturas mismas en las que tienen origen.
La última edición de Colours cubrió, como suele hacerlo, las expectativas de los escuchas más refinados así como las de los acostumbrados a las grandes melodías del pop. En representación de estas se invitaron a artistas como N.E.R.D, Joss Stone o leyendas del extravagante pop de los 80, como Grace Jones e intérpretes de familias míticas en la música como Ziggy Marley.
Pese a la asistencia masiva, las colas y la constante lluvia y el fresco de los primeros dos días, el festival terminó siendo una gran velada llena de regocijo y revelaciones musicales.