SuRealistas: “No teníamos conciencia de la magnitud del Colours of Ostrava”
Con músicos de Argentina, Italia e Inglaterra y una gran variedad de estilos, la banda SuRealistas propone abordar con sus canciones una enorme gama de estados de ánimo. En esta entrevista, aun conmovido por la experiencia, su cantante, Jeremías Cornejo, nos cuenta cómo vivieron el privilegio de abrir una nueva edición del festival de música más importante de Europa Central.
Ya es algo así como una ley implícita que todos parecen conocer: Colours of Ostrava, el festival de música más importante de Europa Central, tiene el don de reunir en un mismo evento a artistas consagrados con aquellos que empiezan a mostrar una proyección más que interesante. Pero dentro del segundo grupo, también están los que tienen el honor de abrir el festival y, en este caso, el privilegio fue de SuRealistas, una banda creada por tres hermanos argentinos a los que luego se sumaron varios integrantes del sur de Italia.
En diálogo con Radio Praga Internacional, Jeremías Cornejo, uno de sus fundadores y el que aporta además su voz, guitarra y ukelele a la banda, parece no haber perdido ni un poco de la adrenalina que sintió durante el concierto del miércoles pasado.
“Nosotros fuimos la primera banda de todo el festival y no teníamos conciencia de su dimensión a nivel físico, organizativo, de despliegue y de magnitud de los escenarios, sabíamos que era un festival muy importante de Europa, pero cuando nos encontramos delante de todo ese despliegue nos sorprendimos y, sobre todo, con ese plus de emoción y adrenalina de abrir un festival tan importante. Fue una gran experiencia, una gran emoción, no solamente de poder abrirlo, sino también sentir la satisfacción de haber estado a la altura de las circunstancias porque la gente nos lo reconoció mucho y fue muy bello, muy bello”.
Es decir, que tampoco lo conocían como público y, en efecto, Jeremías Cornejo asegura que, a pesar de que tenían las más altas expectativas, quedaron muy impresionados con el concierto de Twenty One Pilots, no solo por la música en sí, sino por su despliegue audiovisual de altísimo nivel. Lo cierto es que el hecho de ser perfectos desconocidos por tratarse de una banda emergente hizo que compartir cartel con algunos nombres rutilantes como el dúo estadounidense, el DJ Martin Garrix o incluso The Killers, hizo que su participación en el Colours of Ostrava resultara una experiencia inolvidable, aun cuando ya habían tenido en 2018 una gira importante por Francia, Suiza, Holanda, Bélgica y Alemania.
“Nosotros veníamos de hacer una gira por toda Europa antes del Covid y ganamos un premio importante de la SIAE, que es el organismo que hace recolección de derechos de autor en Italia, y eso nos permitió hacer un tour por toda Europa donde hubo dinero también para la difusión de nuestro nombre. Entonces es como que ya llegamos con un poco de experiencia europea, que fue lo que seguramente llamó la atención de los organizadores del Colours of Ostrava”.
El primer paso en la creación de esta banda tuvo lugar hace más de quince años, cuando, a causa de la fuerte crisis económica y política que hubo en 2001 en Argentina, los hermanos Jeremías, Joaquín y Agustín Cornejo decidieron dejar su lugar de origen para probar suerte en Italia que, en cierta forma, era el país de sus raíces.
“Claro, nosotros en el 2003, a causa de la crisis, nos escapamos literalmente con la familia, nosotros vivíamos en el conurbano de Buenos Aires, en Lomas de Zamora, en un clima de tensión cotidiano altísimo. Nos escapamos como de una guerra, y mi abuelo de Bari nos dio la posibilidad de acceder a la ciudadanía italiana y entonces nos vinimos”.
Luego de pasar un año y medio en Barcelona, los tres hermanos recalaron en Cecchina, una pequeña ciudad italiana que vive casi exclusivamente del turismo y donde les costó adaptarse ya que no se parecía en nada a las grandes ciudades a las que ellos estaban acostumbrados. En ese sentido, asegura Jeremías Cornejo que la música fue su gran salvación, el primer instrumento de socialización que tuvieron en su nuevo hogar. A partir de ahí, el camino que los llevó a crear la banda fue lento y sinuoso: luego de un primer período de experimentación, todo empezó a encauzarse cuando conocieron a Francesco Messina, un siciliano que, aunque ya no forma parte de la banda, los marcó profundamente y, luego, al escuchar el disco de Kevin Johansen Sur o no Sur. El primer momento en que se dieron cuenta de que debían tomarse las cosas en serio sucedió ya en 2014, cuando salieron segundos en un festival italiano de música con un repertorio de canciones en español.
“Actualmente en el grupo hay un siciliano, un calabrés, una chica de Inglaterra, un chico de Pisa, una chica de Livorno y nosotros los hermanos, quedamos dos de los tres, el más chico ya no participa más del proyecto así que quedó a todo efecto un proyecto multicultural”.
Esa misma diversidad la trasladan, por supuesto, al plano musical ya que SuRealistas es una banda muy ecléctica con una gran variedad de influencias que parecen tomar algo de la nostalgia del tango, la libertad del jazz, el ritmo del flamenco, pero a la vez haciendo gala de una fuerte conexión con las tradiciones latinoamericanas de esa música que resulta imposible escuchar sin ponerse a mover inmediatamente el cuerpo.
“Hay una predominante más latina desde la cumbia y el son cubano que nos marcaron más pero también hay una influencia muy grande de los Beatles en nosotros. Entonces hay unos momentos que son más rockeros, sobre todo en el disco Canta, donde hay también un poco de ska, hay algunas baladas, hay guajiras, un poco porque creemos en eso, tenemos mil millones de estados de ánimo por día y cada estado de ánimo se expresa mejor en un género o en otro”.
SuRealistas tiene por ahora tres discos y cuenta Jeremías que su nombre surgió como una especie de juego de palabras que refiere a la intención de contar el realismo del sur en clave surreal. El objetivo pasa por disolver algunos lugares comunes que en Europa existen sobre Latinoamérica. Por eso, muchas de las canciones de la banda intentan ir a contramano de esa mirada algo plana de Latinoamérica para empezar a dar cuenta de sus contradicciones, bellezas y oscuridades. Al mismo tiempo, lo surrealista es para ellos una postura estética y hasta irónica, a través de la cual decidieron tomar distancia del movimiento de la nueva canción latinoamericana que, en su opinión, hacía crítica social de un modo demasiado serio. Por otro lado, la banda cuenta con un público importante en Italia y, de hecho, cuenta Cornejo que, en este último tiempo, empezó a componer también en italiano. Sin embargo en el Colours of Ostrava lograron conquistar al público sin tener que dejar de lado su lengua materna.
“Hicimos casi todos los temas en español menos uno que fue en inglés, el tema final, y la recepción del público fue fantástica, nos quedamos emocionados por cómo se quedó vibrando el público cuando terminamos y nos pedían que siguiéramos, y cuando bajamos un montón de gente nos frenaba, nos agradecía, durante el mismo día nos reconocían y nos seguían agradeciendo y eso era muy genuino, muy puro porque nadie nos reconocía por ser famosos sino por lo que habíamos dado en esa hora de concierto”.
Agrega Jeremías Cornejo que lo que más los sorprendió del Festival Colours of Ostrava fue lo que él denomina la distribución del espacio: escenarios enormes, pantallas gigantes y vallas que fomentan la distancia entre el artista y el público. Y si bien reconoce que eso tiene algo atractivo, explica que, hacia el final del concierto, cuando tocaron la canción “Sacalo afuera”, decidieron eliminar esa distancia, bajando del escenario y bailando con el público para generar una especie de comunión aún más grande y compartir con ellos el protagonismo.