Klínovec: esquiar un día en Chequia y otro en Alemania
En esta edición del nuevo ciclo invernal de Radio Praga vamos a descubrir qué actividades ofrece Klínovec, centro de esquí ubicado en los Montes Metálicos.
La mitad de los visitantes son de Alemania. Así de popular es el famoso centro de esquí checo Klínovec.
Situado en la frontera con Sajonia, a más de 1200 metros de altura, este paraíso invernal ofrece una cantidad de actividades en un ambiente moderno con todo lo que se requiere para poder disfrutar de la oferta deportiva y al mismo tiempo relajarse en medio de la naturaleza.La presencia de los visitantes de ambos lados de la frontera resultó en una conexión entre los centros de esquí, algo que convierte a Klínovec en un centro con una oferta muy amplia, explica la portavoz del centro, Hana Hoffmannová.
“Gracias a la conexión con el centro de esquí vecino llamado Neklid creamos un total de 31 kilómetros de pistas. Antes había solo 18 kilómetros. Además funciona un ski bus entre Klínovec y Oberwiesenthal, centro de esquí alemán que se encuentra a unos 15 minutos. Si los clientes compran un billete de un día y medio, pueden aprovechar gratuitamente ambos centros de esquí y también el ski bus”.
Uno de los visitantes comparó la calidad de servicios en ambos lados de la frontera.
“A mí me parece que ahora Klínovec está muy bien, es realmente bonito. Sin embargo, si lo comparamos con Alemania, hay que admitir que todavía el estándar de los servicios no es tan alto”.Klínovec es una de las localidades que no suelen tener problemas con la cantidad de nieve. Debido a su localidad al oeste del territorio nacional, los Montes Metálicos aprovechan las precipitaciones que llegan del Océano Atlántico. En este sentido, la temporada 2018/2019 ha sido especialmente generosa, continúa Hoffmannová.
“Las pistas de esquí disponen ahora de entre 1,5 y 2 metros de nieve. Se trata de una combinación de la nieve técnica y natural. La cantidad que cayó este año es bastante extraordinaria. Hasta tuvimos que ajustar algunas partes del centro, por ejemplo los lugares donde se sube al telesquí. Lo que pasa es que nosotros no podemos confiar en el tiempo y esperar la nieve. Entonces si las temperaturas llegan a ser lo suficientemente bajas, empezamos con la nieve técnica. Siempre es mejor tener alguna reserva”.
Un paraíso para las disciplinas freestyle
Algo específico de este centro de esquí es la amplia oferta que tiene para las personas que prefieren practicar esquí o snowboard en un terreno libre. Hana Hoffmannová explicó en qué consiste la ventaja de Klínovec en este sentido.“Para los aficionados del freeride tenemos preparadas dos pistas de esquí. Estas son para los que gustan de mucha nieve y condiciones más difíciles. Las pistas se llaman de Freeride 1 y Freeride 2. La primera es de unos 1700 metros y la segunda de unos 800 metros y son de entre 200 y 300 metros de anchas. Se trata de algo poco común y a los visitantes les gusta mucho. Y claro, nosotros también estamos más felices si estas personas se quedan en este espacio y no se meten en lugares peligrosos”.
Además de estas pistas especiales, Klínovec dispone de una Zona de Diversión. Eso significa una especie de parque de nieve con una cantidad de obstáculos de todo tipo. Sin embargo, no es profesional y por lo tanto lo puede probar cualquiera.En lo que se refiere a los más pequeños, el centro de esquí de Klínovec cuenta con dos parques infantiles, continúa Hoffmannová.
“Uno de los parques se encuentra en el norte o el segundo en el sur. Los dos ofrecen una especie de telesquí en forma de una cinta que se mueve en la nieve. Basta que el niño se suba a la cinta y así le resulta fácil llegar arriba. En ambos parques se puede hacer eslalon con figuras de animales, incluso hay un tiovivo. Están a una distancia suficiente de las pistas para que todo esté seguro para los niños”.
De Chequia a Alemania en el esquí de fondo
Los alrededores del centro de esquí Klínovec, así como todos los Montes Metálicos disponen de una densa red de vías destinadas a los amantes de esquí de fondo.
Eva Nduwimana de la empresa První krušnohorská que prepara los circuitos para que se encuentren en condiciones ideales habló sobre lo específico que ofrece esta localidad a los que prefieren esta disciplina.
“Creo que lo especial que tiene este lugar es la conexión con las rutas en Alemania. O sea, hay una enorme oferta de rutas de todo tipo. Uno casi nunca tiene que ir y regresar por el mismo camino. Además hay rutas de dificultad muy variada, desde las más fáciles hasta las que van por terrenos muy montañosos. Y también el paisaje cambia mucho, uno puede esquiar por los prados, pero también entrar en grandes bosques”.En lo que se refiere a la calidad del mantenimiento de las rutas, la empresa dispone de un gran número de vehículos especializados y puede permitirse arreglar las pistas diariamente, señaló Eva Nduwimana.
“Hoy tenemos un montón de máquinas pisapistas, entonces con el mantenimiento no hay problema. Todo depende del tiempo. Si cae mucha nieve, las máquinas pueden salir a las rutas todos los días. Si las temperaturas se mantienen bajas y no hay tantas precipitaciones, es suficiente arreglar las rutas una o dos veces a la semana”.
En su mayoría, las rutas pasan también por los pueblos. Estas ofrecen una posibilidad de comer algo, ya sea en un restaurante pequeño o en un quiosco directamente en las rutas de esquí. En todos los centros de los Montes Metálicos se distribuyen mapas muy detallados con todas estas informaciones. Según sostienen los locales, los mapas son tan buenos que los utilizan hasta los alemanes en el otro lado de la frontera.