El Nuncio Apostólico en Chequia nos habla de la Semana Santa
La Semana Santa es una de las conmemoraciones más importantes para los católicos en el mundo entero, en esos días se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. En entrevista para Radio Praga, el Nuncio Apostólico en Chequia, Monseñor Charles D. Balvo, se refiere a algunos de los aspectos más destacados de estos días y a algunas de las costumbres de Chequia, África y América Latina.
Para los católicos, en cualquier parte del mundo en que se encuentren, la Semana Santa es un momento de recogimiento y reflexión, pero también de alegría, según indicó monseñor Balvo.
“Para nosotros los creyentes católicos, cristianos, es una semana bastante importante, se puede decir que la Pascua junto con la Navidad, es el periodo más importante para nosotros, para celebrar la Pasión, la Muerte y después la Resurrección del Señor Jesús”.Si bien pueden darse ciertas diferencias de forma, el núcleo de las celebraciones católicas es el mismo a lo largo y ancho del planeta, agregó el Nuncio.
“Fundamentalmente las ceremonias son las mismas en el sentido de que el jueves se celebra normalmente en la mañana el Jueves Santo a veces depende de la situación; miércoles o martes antes de la misa se da la bendición del Crisma, del óleo o aceite, que se utiliza en los Sacramentos. Junto al obispo y todo el clero normalmente renovamos nuestras promesas como sacerdotes. En general la celebración es igual respecto a lo que tenemos que hacer. La diferencia está en la manera en que se celebran estas cosas. Por ejemplo, cuando estuve en Ecuador, en Quito, se siguen muchas tradiciones españolas, las procesiones: Jesús del Gran Poder y otras cosas sevillanas, no recuerdo exactamente la terminología, pero siguen muchas tradiciones sevillanas”.
Gracias a la labor desarrollada como miembro del Cuerpo Diplomático, monseñor Balvo ha trabajado en países con tradiciones y costumbres nacionales muy variadas.
He tenido experiencias en África, Ecuador, Chile, aquí en Chequia, después en Jordania, en los países Bálticos en Nueva Zelanda, Islas del Pacífico, en Kenia, Sudán del Sur.
“He tenido experiencias en África, Ecuador, Chile, aquí en Chequia, después en Jordania, en los países Bálticos en Nueva Zelanda, Islas del Pacífico, en Kenia, Sudán del Sur. En África hay a veces mucho más canto, es solemnidad, entonces los días como el Jueves y el Viernes Santos hay sobriedad en la ceremonia en sí misma. Pero por ejemplo cuando estuve en Ghana y Kenia durante la Pascua la gente amaba mucho cantar, también había muchos bailes litúrgicos”.
Para el Nuncio Apostólico, Charles D. Balvo, la República Checa no es un destino nuevo. Hace dos décadas atrás había sido miembro de la misión diplomática de la Santa Sede.“Cuando estuve aquí hace 20 años estuve como consejero, del Sr. Nuncio que falleció hace tres años a los 90 años de edad. Celebramos en Praga en la iglesia de la plaza de la Ciudad Vieja Staroměstské Náměstí. Fue algo muy bello para mí, el Sr. Nuncio celebró la misa en latín como idioma de las plegarias, de la liturgia, pero las lecturas y la homilía fueron en checo. Los jóvenes en la Vigilia hacían comentarios en checo, inglés y alemán antes de cada lectura. Eran ceremonias muy largas ya que eran nueve lecturas durante la Vigilia, alrededor de tres o cuatro horas toda la ceremonia”.
Para los católicos esta época del año está dedicada a la Semana Santa, pero en algunos países se celebra sobre todo la llegada de la primavera y en otros se da una mezcla de las dos celebraciones, sin ir más lejos esto ocurre también en la República Checa.
“Muchas de esas tradiciones están conectadas con el hecho de que en el hemisferio norte hay primavera. Brotan los árboles, las flores que simbolizan la nueva vida, así como el invierno simboliza la muerte. Entonces en Pascua las flores y los huevos representan el renacer”.Muchos de nuestros radioescuchas saben que entre las tradiciones checas de estos días destacan varias comidas, azotes y huevitos de chocolate entre otras cosas. En esta ocasión monseñor Balvo recordó otra costumbre checa.
“Aquí hay también una tradición que conocí entre polacos que consiste en la bendición de alimentos como huevos, carne y pan que se colocan en una cesta y los llevan a la iglesia a recibir la bendición -hay varias fotografías- es una tradición local perteneciente al centro y el este de Europa”.
Y sobre los planes inmediatos para estos días de Semana Santa, el Nuncio Apostólico adelantó que asistirá a la iglesia de San Salvador en Praga.
“Voy a celebrar la misa de la Vigilia en la iglesia de San Salvador, de monseñor Halík, el sacerdote de la parroquia de los estudiantes, el día de la Resurrección. Los franciscanos me invitaron, habrá alrededor de 40 bautizos, se espera mucha gente ya que debido al comunismo y otras cosas hay muchas personas que todavía no están bautizadas”.
Oriundo de Estados Unidos, monseñor Balvo recordó que en Nueva York celebró la Semana Santa como monaguillo.“Bueno, yo soy sacerdote diocesano, ordenado por la archidiócesis de Nueva York, estuve algunos años en la parroquia como vicario, muchos años antes de entrar en el servicio diplomático. Entonces, tuve la experiencia como monaguillo en la Semana Santa y después en la parroquia, en mi país de origen, en Nueva York, celebrando junto con el párroco. En Estados Unidos seguimos un poco estas tradiciones originalmente europeas como los huevos, la primavera, sobre todo la libertad de no tener que ponerse ropa pesada contra el frío, es más bien este símbolo de la nueva vida, porque muchas tradiciones se desarrollaron en el hemisferio norte. Pero aun así se ven estas tradiciones, están juntas, a veces se le da más importancia al chocolate y no a la Resurrección, pero existe una conexión entre los dos, el huevo y muchas cosas más son símbolos de la nueva vida que es la Resurrección”.
El Nuncio Apostólico en Chequia, Monseñor Charles D. Balvo, envió a todos los oyentes de Radio Praga un saludo y una breve reflexión sobre el sentido y la importancia de la celebración de la Semana Santa
La Resurrección de la nueva vida es algo en lo que nuestro Santo Padre Francisco insiste, en la necesidad de la presencia de Cristo, la presencia misericordiosa, la presencia del amor en un mundo donde hay mucho sufrimiento y problemas de muchos tipos.
Obviamente es un periodo muy bonito en nuestra vida de cristianos cuando vemos que Dios ha tenido tanta misericordia que envió a su propio hijo que vivió con nosotros, vio nuestra vida humana y sufrió con nosotros y para nosotros. Murió en la cruz perdonando a los que lo crucificaron. La Resurrección de la nueva vida es algo en lo que nuestro Santo Padre Francisco insiste, en la necesidad de la presencia de Cristo, la presencia misericordiosa, la presencia del amor en un mundo donde hay mucho sufrimiento y problemas de muchos tipos. A veces el sufrimiento es invisible, no se trata de la visibilidad de la pobreza sino de que a veces en el corazón de una persona hay sufrimiento que los demás no ven. Nosotros sabemos que no estamos solos, estamos acompañados, acompañados por el amor de Dios manifestado en su hijo Jesucristo que sufrió para nosotros pero volvió a la vida. Es pensar en qué queremos hacer en el mundo, cada uno de nosotros es como una pequeña velita, Jesús es la gran vela, es el Cirio Pascual pero cada uno de nosotros tiene que aportar su velita, nuestra luz al mundo. Así que espero que sea una celebración muy bonita y muy importante”.
El Viernes Santo presenta el drama inmenso de la muerte de Cristo en el Calvario. La cruz erguida sobre el mundo sigue en pie como signo de salvación y de esperanza. El Viernes Santo no se celebra la Eucaristía en ninguna parte del mundo. El altar luce sin mantel, sin cruz, sin velas ni adornos. Se recuerda la muerte de Jesús.