Marionetas de 200 años se exponen en Praga
El teatro de marionetas tiene una larga tradición en las Tierras Checas. Recientemente se abrió una exposición con ejemplares de hasta 200 años de antigüedad.
El propietario de la colección es Pavel Jirásek, quien con su esposa ha estado recolectando los ejemplares durante 30 años.
“En una sección hay marionetas de principios del siglo XIX hasta el año 1950. En la parte más antigua hay marionetas talladas que tienen de unos 70 a 100 centímetros de altura, hechas de madera de tilo. Son pesadas y difíciles de manejar”.
En la sección con los ejemplares contemporáneos se encuentran las figuras Spejbl y Hurvínek, quizás los personajes más conocidos del teatro de marionetas checo. Aunque son consideradas unas de las más modernas, sus comienzos se remontan a la segunda mitad del siglo XVIII, prosigue Jirásek.
“Consideramos que las figuras de Spejbl y Hurvínek son contemporáneas, pero la verdad es que surgieron ya hace cien años. El autor Josef Skupa buscó crear un nuevo tipo de teatro de marionetas. Quería abandonar el concepto clásico de cuentos de hadas y entrar en el cabaret y la literatura, por lo que necesitaba nuevos títeres. Así es que un artista modernista creó marionetas modernistas”.En el siglo XX, además de cumplir un rol cultural y social, las marionetas tenían un significado patriótico. Incluso los títeres para niños a menudo eran pintados con los colores de la bandera checoslovaca, es decir, blanco, rojo, y azul.
Pavel Jirásek dijo que el objetivo de la exposición era mostrar las marionetas bajo un nuevo ángulo, como obras artísticas.
“La exposición muestra las marionetas como artefactos, no solo como figuras teatrales. Las marionetas de las Tierras Checas son hermosas obras de arte”.
La exposición, que se prolongará hasta finales de agosto, es interactiva. Los visitantes pueden incluso crear sus propios títeres, dice la directora del Castillo de Chvaly, Růžena Beránková.“Contamos con talleres creativos, donde los niños pueden crear sus propias marionetas. Luego hay títeres con los que los niños pueden jugar”.
La tradición de las marionetas en las Tierras Checas comenzó a través de unas pequeñas compañías de teatro ambulantes que viajaban de pueblo en pueblo. Al principio, los artistas actuaban en las plazas de los pueblos, pero después se trasladaron a espacios más representativos, como las salas de palacios y castillos, a donde los invitaba la aristocracia para entretener a su corte.
En 1929 se fundó en Praga la primera organización profesional del arte titiritero, y a principios de los años 50 surgió la primera cátedra universitaria de teatro de marionetas. La tradición checa y eslovaca de este tipo de teatro se inscribió en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en 2016.