Educación a través de intercambios
Cuatro institutos europeos colaboran en el marco del proyecto “Citizen Science at School”, donde se realizan intercambios de estudiantes entre centros de educación secundaria de diferentes países, en esta ocasión con Praga como ciudad de acogida.
En el proyecto participan el Colegio Corazón de María de Gijón, en España; el Liceo Marguerite Yourcernar de Ernstein, en Francia; el Instituto Sint-Donatus de Merchtem, en Bélgica; y el Instituto Botičská de Praga.
En esta ocasión es el centro checo el que está acogiendo en Praga a los visitantes, y pone a su disposición una serie de actividades y visitas de interés, como explicó a Radio Praga uno de los profesores españoles, Mariano Alías de la Torre.
“Esta es la última movilidad, se hacen cuatro movilidades. Es decir, los estudiantes y profesores van visitando cada uno de los cuatro colegios a lo largo de dos cursos escolares, y en cada uno de los encuentros, precisamente el centro que los acoge organiza distintas actividades y eventos para los estudiantes y profesores visitantes de otros países”.
El proyecto “Citizen Science at School” nació con la intención de fomentar la vocación científica entre los jóvenes, por lo que gran parte de las actividades giran en torno a la ciencia. No obstante, la cultura y el hecho de visitar nuevas ciudades también juegan un papel importante, como apunta otra de las profesoras, Laura Fernández Alonso.
“Hemos visitado la Facultad de Química, mañana vamos a la de Ingeniería, luego también en todas las movilidades es una parte importante la cultura del sitio y conocer la ciudad. Y por ejemplo, una cosa que yo creo que está muy bien es que son los propios chicos los que preparan la visita, se distribuyen ciertos puntos de la ciudad y son los guías”.Dentro de las actividades planeadas, destacan talleres de robótica y la visita a uno de los centros de investigación médica más destacados de Europa Central, IKEM, como nos cuenta una estudiante.
“Durante estos días estamos haciendo varias actividades, sobre todo enfocadas a la ciencia, talleres de robótica, también hemos ido a visitar un centro de investigación médica”.
Pero además del aprendizaje a nivel escolar que les aporta esta experiencia, los estudiantes se muestran contentos por haber podido conocer a jóvenes de otros países y tener la oportunidad de practicar inglés, señala uno de ellos.
“El haber conocido a mucha gente de diferentes nacionalidades, sobre todo, nuevas amistades y una muy buena experiencia”.
A lo que añade que por el momento le está gustando la ciudad.
“La verdad es que es una ciudad preciosa. Y también veo que conviven muchas culturas aquí y que conviven bastante bien, se toleran”.
Este tipo de proyectos ayudan a que crezca la integración dentro de la Unión Europea. Tanto estudiantes como profesores tienen la oportunidad de intercambiar opiniones y ver cómo se hacen las cosas en otras partes de Europa.
Como indica el profesor Mariano Alías, la educación que reciben con estas experiencias sobrepasa lo puramente académico.
“Es realmente una forma de educar sin estar en clase, y es además una educación que es la más válida, que es la educación para la vida. Y la educación además desde el plano europeo de que nos tenemos que abrir”.El proyecto “Citizen Science at School” concluye esta semana en Praga después de dos años, con los participantes satisfechos con lo vivido durante los intercambios.
El programa Erasmus+, organizado por la Comisión Europea, busca promocionar el intercambio de conocimientos entre países europeos en el marco de la educación, la juventud y el deporte.