Chequia no garantiza la igualdad de acceso a la educación

Los estudiantes checos de bajos recursos reciben menos ayuda financiera que los jóvenes en otros países europeos. Chequia apoya la manutención de los universitarios con solo el 1.5 % de los gastos designados para la educación superior. La media europea es doce veces mayor.

El sistema de apoyo a la educación universitaria está anticuado en Chequia y necesita una reforma. Esa es la conclusión del think-tank IDEA del Instituto de Economía Nacional de la Academia de Ciencias checa.

La ayuda que reciben los estudiantes en Chequia se sitúa muy por detrás de otros países europeos. Mientras que, en promedio, los países comunitarios dedican a la manutención de los universitarios el 17.6 % de los gastos designados para la educación superior, en la República Checa se trata del 1.5 %.

Foto: Česká televize,  ČT24

De acuerdo con los autores del estudio, la mayoría de la ayuda proporcionada actualmente se distribuye de manera uniforme, sin tomar en consideración la situación financiera de los estudiantes. Los jóvenes reciben, en promedio, entre 100 y 200 euros al mes. Los mayores de 26 años solo veinte euros. “El sistema no ofrece suficiente apoyo a los estudiantes con necesidades socioeconómicas o los intelectualmente dotados”, afirma el director ejecutivo de IDEA, Daniel Münich.

El think-tank calificó de anticuado por ejemplo el límite de los 26 años, que en Chequia suele marcar el fin de la mayoría de los subsidios. Los investigadores recomiendan asimismo introducir becas estudiantiles o incrementar significativamente las becas sociales y de vivienda.

Los expertos advierten a largo plazo que el sistema en Chequia acentúa la desigualdad en el acceso a la educación. Indican asimismo que la pandemia del coronavirus y la educación telemática que conllevó solo profundizaron la brecha existente. No obstante, la modernización del sistema no figura en los planes de las universidades, el Ministerio de Educación o los programas electorales de los partidos políticos, según informa el think-tank.

Autor: Romana Marksová
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