Javier Cercas: “Hoy la mentira tiene mayor capacidad de difusión que nunca”
El escritor español Javier Cercas estuvo en Praga con motivo de la Feria Internacional del Libro, donde pudimos hablar con él sobre su última novela traducida al checo, así como de literatura y de los retos del periodismo actual.
Para reforzar sus compromisos editoriales en Chequia y en el marco de la Feria Internacional del Libro, Cercas vino a la capital checa. Aquí, entre otros eventos, estuvo firmando ejemplares en el estand del Instituto Cervantes.
En Radio Praga hablamos con él sobre sus primeras impresiones de la ciudad, la cual visitaba por primera vez, así como también se refirió a otros temas interesantes.
Javier Cercas apuntó nada más comenzar que era inevitable conectar Praga con Franz Kafka.
“Tengo que decir que es la primera que estoy en Praga, nunca había estado aquí. Tengo mucha curiosidad por la ciudad, que obviamente, para mí, como para tanta gente, es la ciudad de Kafka, que es uno de mis escritores favoritos”.
Su libro “Anatomía de un instante” parece haber causado buena impresión entre los checos que ya la han leído. Una fila de lectores sonrientes esperaban con su versión traducida en las manos frente a la mesa donde el autor firmaba los ejemplares.
Para los interesados en la historia española, la obra ofrece una magnífica aproximación al fracasado golpe de estado ocurrido en España en 1981. El propio autor califica el libro como de no ficción, podemos ver en él características de ensayo histórico, elementos periodísticos, entre otras muchas cosas, y sin embargo, se trata de una novela.
Javier Cercas argumenta que precisamente esto define al género de la novela.
“Lo que ocurre es que la novela es el género de la libertad total, así lo inventó este tipo que asombrosamente era español, que se llamaba Cervantes, que nos dio un género que no existía hasta entonces, cuya primera regla consiste en que no hay reglas, en que cada uno inventa sus propias reglas de acuerdo con el tema que está tratando, con la pregunta que está formulando”.
Y señala que la realidad y la imaginación no están reñidas.
“Ese relato está completamente cosido a la realidad. En ese relato, por supuesto que hay imaginación, como lo hay en la historia, pero no hay fantasía, ahí no se inventa nada que no haya sucedido, no hay nada que no esté documentado. Yo puedo hacer conjeturas, y puedo imaginar cómo se sentía este o el otro personaje en este o aquel momento, pero es un relato muy cosido a la realidad, ceñido a la realidad”.Ello nos lleva a hablar sobre el enorme poder de las palabras, que tienen la capacidad de cambiar el mundo. Pero Cercas matiza que la literatura no opera directamente sobre la realidad, sino que cumple sus propósitos a través de los lectores. A lo que añade que lejos de restarle poder, eso hace a la literatura mucho más poderosa de lo que algunos pueden imaginarse.
“La literatura tiene un poder extraordinario, y se puede usar para bien y se puede usar para mal. Lo que pretende la literatura es muchas cosas, pero la primera de todas es mostrar la complejidad de lo real, mostrar que la realidad es siempre más compleja de lo que parece, es decir, mucho más rica. Y eso es importantísimo. Eso, digamos que no tiene una utilidad práctica inmediata, pero es de una utilidad única, extraordinaria, que va muchísimo más allá de la política. Sirve para muchísimas cosas, a la larga, lector a lector. La literatura no cambia el mundo, pero cambia la percepción del mundo de los lectores, eso es lo que hace la gran literatura. Y eso es un modo de cambiar el mundo mucho más profundo que lo que pueda cambiarlo cualquier político o cualquier gobierno”.
Este poder de las palabras otorga a los periodistas una responsabilidad gigantesca, algo con lo que coincidía Javier Cercas. En un momento en el que los bulos y medias verdades circulan a toda velocidad por las redes, la situación política actual se ve claramente afectada por el uso deshonesto de la información.
Por este motivo, para Cercas el buen periodismo se hace especialmente necesario hoy en día.
“Creo que el periodismo ahora es más necesario que nunca. Y por un motivo, porque hoy la mentira tiene mayor poder que nunca, porque tiene mayor capacidad de difusión que nunca. Y lo primero que puede contrarrestar ese poder abrumador de la mentira es el periodismo, el periodismo de verdad, el periodismo que no se conforma solo, y ya es mucho, con contar la verdad, sino que además es capaz de desmontar las mentiras”.
Y el escritor advirtió: “las mentiras más tóxicas son las que contienen algo de verdad”. Es por ello que si se quiere hacer buen periodismo, es necesario estar a la altura de la responsabilidad que conlleva usar el poder de la palabra, y desarrollar argumentos que puedan desarmar la desinformación.