La ciudad de Český Krumlov es víctima de vandalismo
Český Krumlov, una de las ciudades checas más concurridas por los turistas, se enfrenta al vandalismo. En las paredes del castillo local, así como en una iglesia de peregrinación y otros lugares, aparecieron inscripciones raspadas, que ocasionaron daños irrecuperables en los inmuebles históricos.
La ciudad de Český Krumlov, situada en Bohemia del Sur e inscrita en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, ha sido víctima de actos vandálicos. Algunos turistas tienen la necesidad de eternizar un recuerdo de su visita a través de grafitis e inscripciones a mano en las paredes de los edificios históricos. La reparación de estos daños cuesta miles de euros.
Una localidad que recientemente ha reportado un caso de vandalismo es el área de peregrinación Křížová Hora, que se alza sobre la ciudad de Český Krumlov. En el revoque de la pared de la iglesia local aparecieron raspados los nombres de dos personas.La Televisión Checa logró identificar al autor de la inscripción, quien publicó una foto de la pared en las redes sociales. El hombre no se siente culpable por haber dañado un sitio de alto valor histórico, como lo muestra su mensaje a la Televisión Checa en las redes sociales.
“Primero, no es una iglesia. Segundo, hice la inscripción con un ladrillo, así que se lavará con la primera lluvia”.
La iglesia en Křížová Hora es un importante lugar de peregrinación y, según los expertos, la inscripción no llegará a desaparecer con la lluvia o al tratar de limpiarla de alguna manera, porque algunas de las letras están grabadas directamente en el revoque de la pared.
Hace cuatro años, el área de peregrinación estaba en malas condiciones. Dos voluntarios, Věra Petrovičová y Dalibor Uhlíř asumieron su recuperación. Las reparaciones y otras labores de remodelación las hacen en su tiempo libre y gracias a las donaciones financieras que reciben de parte de las autoridades locales y los ciudadanos. Uhlíř reconoció para la Televisión Checa que luchar contra el vandalismo es sumamente difícil.
“¿Dejar una marca con su nombre en la propiedad de otros y luego jactarse de ello en público? Me imagino que no seré el único en hacerme una idea clara del bajo nivel intelectual del autor de la inscripción”.También otros monumentos en la zona reportan casos de vandalismo, incluido el castillo de Český Krumlov. Parte de su pared está llena de inscripciones y pictogramas, como sostuvo el administrador de este monumento histórico-arquitectónico, Pavel Slavko.
“No hay manera de proteger este lugar al cien por cien. Quizás podríamos identificar incluso a los autores de las inscripciones en las paredes a través de internet. Pero ¿qué les diríamos? ¿Llevaría a algo decirles con ironía, ‘gracias por haber dejado su huella en un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO?’”.
Según Slavko, presentar una queja no tiene sentido. Lo único que se puede hacer es instar a los ciudadanos a que ayuden a prevenir tal comportamiento.
El vandalismo deja sus huellas también en otros sitios de la República Checa. En días pasados, en unos 14 lugares de la ciudad de Ústí nad Orlicí, en Bohemia nororiental, aparecieron imágenes de esvásticas y otros símbolos nazis hechos con pinturas en spray. Uno de los lugares afectados es la fachada del Teatro Roškot de la ciudad. Los daños ocasionados se calculan en unos 4000 euros, pero la cifra final puede ser mucho mayor, como destaca Petr Hájek, alcalde de Ústí nad Orlicí.”El Teatro Roškot que es propiedad de la ciudad, fue declarado en el pasado Monumento Nacional de Cultura y está protegido por el Estado. Los vándalos dañaron con imágenes de esvásticas la fachada de este inmueble y destruyeron además una cámara del sistema de monitoreo municipal instalada en sus proximidades. Los daños materiales pueden ser mayores de lo calculado tanto por ser el teatro un inmueble protegido por el Estado como porque estoy convencido de que fueron los mismos vándalos los que destruyeron la cámara de monitoreo”.
Daños materiales ocasionados por gamberros en los monumentos históricos son registrados con frecuencia también en Praga. A mediados de julio del año pasado, por ejemplo, dos turistas de Alemania pintaron un grafiti en el Puente de Carlos, uno de los lugares más emblemáticos de la capital checa.
Pero no se trata sólo de daños a monumentos históricos, sino también a lugares naturales protegidos. Por ejemplo, un extenso grafiti apareció el año pasado en las rocas que conforman el llamado Muro del Diablo situado en el Parque Nacional de Šumava, en el sur de Bohemia.