Los conductores checos de autocares no tienen a quién transportar

Foto: ČTK/Šulová Kateřina

Conductores de ómnibus tomaron de manera simbólica algunas calles en las inmediaciones de la sede del Gobierno en Praga este martes. El objetivo fue expresar su desacuerdo con la situación vigente que les impide trabajar, y denunciar la falta de apoyo de las autoridades.

Foto: ČTK/Šulová Kateřina

Los conductores de la empresa Enjoy Europe, dedicada al transporte de turistas, no aguantaron más y decidieron levantar sus voces. De manera ordenada y pacífica, aunque con la presencia de efectivos de la Policía, estacionaron sus autocares en varias de las vías cercanas a la sede del Gobierno.

Karel Havlíček,  foto: ČTK / Vít Šimánek
Algunos de los manifestantes dijeron a la Televisión Checa que la situación es muy grave y que se sienten desamparados ante la indiferencia de los políticos.

El conductor Tomáš Stejskal dijo frente a las cámaras que “como mínimo desde hace unos dos meses no ha escuchado a ningún político decir de qué manera van a ayudar a las empresas de transporte de viajeros”.

La protesta de los conductores no se limitó a una manifestación de fuerza circulando por las calles capitalinas. Eligieron un comité negociador para hablar con el viceprimer ministro y ministro de Transportes Karel Havlíček.

En nombre de los conductores habló Lukáš Chlumský, quien explicó al ministro la situación reinante y pidió ayuda al oficialismo.

“Entre el 95% y el 97% de los conductores no tiene trabajo. Nos gustaría encontrar una solución adecuada, trazar un plan para salvar el transporte de viajeros en autobuses”.

El ministro Havlíček recibió una serie de documentos en los que los conductores enumeraron sus peticiones y reportaron el golpe que ha representado el hecho de dejar de percibir ingresos y para muchos perder el trabajo.

A pesar de que el Gobierno implementa ayudas generales para los empresarios, el ministro Havlíček reconoció que es posible que en algunos casos difieran los canales de distribución, pero que se debe actuar en términos globales para evitar cualquier tipo de discriminación.

“Nosotros no podemos separar a los conductores de ómnibus de los otros trabajadores o empresarios. Tenemos en el país un millón y medio de empresarios y tratamos de crear una plataforma de apoyo para todos”.

Lukáš Chlumský, el representante de los conductores insistió en que las pérdidas aparecieron ya en febrero cuando los transportistas dejaron de atender a los turistas, y a mediados de marzo sus ingresos desaparecieron por completo.

Reina la incertidumbre, los transportistas no saben cuándo y en qué condiciones podrán reanudar sus actividades. ”El ministro nos dijo que podemos llevar a los niños a los campamentos de verano, pero todavía se desconoce cuántas personas podrán subir a los autobuses. Esperábamos que el ministerio o el Gobierno lo supieran”, indicó Chlumský.

De acuerdo con el ministro Havlíček las inversiones en el turismo pueden arrojar mejores resultados que apoyos directos. Las personas empezarían a viajar y por lo tanto utilizarían los servicios de las empresas de transporte de turistas y viajeros.