Escandalosa coronación del campeón de la Primera División de fútbol
La última vuelta de la Primera División de fútbol checa, terminada el fin de semana pasado, decidió sobre los representantes checos en las copas europeas para la próxima temporada. El Sparta celebró el título bajo los insultos que los propios hinchas dirigieron al técnico de este equipo.
Los hinchas difamaron durante todo el partido al técnico actual del Sparta, Jaroslav Hrebík, el cual no acudió a la cancha ni siquiera para recibir la medalla de oro. "Éste no es mi título", explicó el técnico refiriéndose al hecho de que sólo lideró el equipo en la segunda parte de la temporada, después de que la dirección despidiera al popular entrenador Frantisek Straka, bajo cuya dirección el Sparta consiguió la ventaja decisiva que defendió en primavera, ganando con 11 puntos de diferencia, a pesar de que su juego en la segunda parte del campeonato fuera un desastre.
La afición del Sparta coreaba el nombre de Frantisek Straka pidiendo su regreso. El técnico seguirá desempeñándose la próxima temporada en la Segunda División alemana, dirigiendo el Ahlen que se preparará en la República Checa.
"El modelo que ha dado buenos resultados al Sparta lo utilizaremos asimismo para el Ahlen. Nos gustaría realizar los preparativos en la República Checa, donde puliremos las capacidades tanto físicas como técnicas", dijo Straka.La vergonzosa celebración del título en el Sparta caracteriza la pobreza de la Liga de este año: Juego poco atractivo, pocas personalidades, ya que los mejores futbolistas checos juegan en el extranjero, el menor número de espectadores y de goles en toda la Historia: Tomas Jun, que milita en el Sparta, se convirtió en el mejor goleador del campeonato tras anotar sólo 14 goles. Y sobre todo, las consecuencias del mayor escándalo de corrupción surgido en el fútbol checo el año pasado, en el que fueron involucrados varios equipos, funcionarios y árbitros.
La Primera Divisón ha perdido credibilidad, y tres clubes se han visto obligados a descontarse puntos debido al escándalo de corrupción, una vez terminada la temporada; entre ellos el Liberec, que fue privado de seis puntos terminando en quinta posición. Dicho club era uno de los aspirantes al título, pero la decisión de la Comisión Disciplinaria fue implacable. El ambicioso técnico de ese equipo, Stanislav Griga, difícilmente se reconciliaba con el veredicto, decidiendo abandonar el club."Mi decisión ha ido madurando unos cinco o seis meses a medida que iba creciendo la presión durante la temporada, así que creo que necesito descansar del fútbol por algún tiempo", explicó el técnico eslovaco.
Otro candidato a las copas europeas, el FC Slovácko, incluso tuvo que descontarse 12 puntos, finalizando en decimotercera posición y luchando toda la temporada por su salvación. El Sparta de Praga y el Slavia de Praga representarán la próxima temporada la República Checa en la prestigiosa Liga de Campeones, mientras que el FK Teplice participará en la Copa de la UEFA; por otro lado, el Dynamo Ceské Budejovice y el FC Opava, que terminaron en el lugar 15 y 16, respectivamente, descienden a Segunda División.
En fin, el campeonato nacional fue gris y poco atractivo, y los expertos auguran que la situación aún no va a mejorar por varios años.