Nueva fracción de izquierda en la socialdemocracia checa

De izquierda: Ivan David, Jaroslav Foldyna y Jan Kavan (Foto: CTK)
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La fidelidad a los ideales de la socialdemocracia en el sector social, el respaldo a las capas menos adineradas y el rechazo a las reformas liberales que aportan ganancias sólo a los rico, son las tareas que se plantea la nueva fracción de izquierda del Partido Socialdemócrata checo, constituida el pasado fin de semana.

De izquierda: Ivan David,  Jaroslav Foldyna y Jan Kavan  (Foto: CTK)
"No pretendemos crear un nuevo partido político", subrayó el diputado Jan Kavan, uno de los miembros constituyentes de la nueva fracción. Apuntó que el surgimiento de un ala izquierdista dentro de la Socialdemocracia checa fue motivado por las preocupaciones de algunos de los miembros del partido frente a la insistencia del Gobierno en la promoción de reformas en el sector económico y social.

"Como socialdemócratas no podemos apoyar las reformas que afectan a las capas menos adineradas de la población", insistió Kavan y añadió que, en su opinión, a veces los ministros socialdemócratas omiten los ideales sociales del partido y ceden a las demás formaciones políticas de la coalición gubernamental, o sea, a los demócrata cristianos y a los liberales.

Los miembros de la nueva fracción del partido Socialdemócrata checo, entre los que figuran varios diputados, critican igualmente la violación de los principios democráticos dentro del partido y exigen que en el futuro se elija en forma directa la dirección Socialdemócrata.

De izquierda: Vladimír Lastuvka,  Jaroslav Foldyna,  Ivan David y Jan Kavan  (Foto: CTK)
"En varias ocasiones, durante las conferencias de la Socialdemocracia checa, hemos sido testigos de los intentos de algunos colegas por garantizar cierto cargo partidista a sus amigos o parientes, o por imponer otros métodos que, a nuestro juicio, violan la ética del partido, así como sus normas democráticas internas", dijo Jan Kavan.

La nueva fracción del Partido Socialdemócrata checo tiene actualmente más de 110 miembros, quienes insisten en que no persiguen descomponer el partido desde dentro, sino que quieren velar por el cumplimiento de los ideales del Estado social que siempre han caracterizado a esa formación política. En la defensa de esos ideales, los miembros de la nueva fracción socialdemócrata checa tampoco descartan la eventual cooperación con los comunistas.