La relación hacia la lectura depende de la educación

Los ciudadanos checos de mayor edad, suelen decir que los niños hoy no tienen una actitud positiva hacia la lectura y que leen muy poco. No obstante, según un reciente estudio, al 54 por ciento de los niños checos les gusta leer y lo hacen de forma regular. A su vez, el 27 por ciento no leen nunca.

Los ciudadanos checos de mayor edad, suelen decir que los niños hoy no tienen una actitud positiva hacia la lectura y que leen muy poco. No obstante, según un reciente estudio, al 54 por ciento de los niños checos les gusta leer y lo hacen de forma regular. A su vez, el 27 por ciento no leen nunca.

Hana Halaszová, es maestra de párvulos en un pequeño pueblo de Bohemia Occidental. En su tiempo libre ayuda a pequeños escolares de primaria que tienen problemas con el estudio. ¿Qué opina sobre la relación de los niños checos hacia la lectura?

"Me parece que hoy los niños casi no leen y si lo hacen, es de forma mínima. Los más pequeños al menos hojean los libros para ver las ilustraciones, pero a los mayores sólo les interesa la televisión o la computadora".

Hana señala que mucho depende de los padres, porque si les permiten a sus hijos estar toda la tarde mirando la televisión, difícilmente los maestros lograrán inculcarles a esos niños el amor por la literatura. Hana sostiene que en el parvulario donde trabaja leen mucho a los niños y éstos luego tratan de dibujar a los personajes de los cuentos de hadas. "También así se va creando una relación positiva hacia la literatura", afirma Hana.

Adéla, alumna del primer año de primaria, no se muestra entusiasmada por la lectura.

"No me gusta leer, porque los libros me parecen muy aburridos".

Su amiga Bárbara, dice que a veces le gusta leer y otras no. Al preguntarle ¿cuándo y cuánto lee?, respondió:

"Bueno, a veces cuando tengo tiempo antes de acostarme, leo unas cuatro o cinco frases y me voy a dormir".

A su vez, Klára, alumna del tercer año de primaria, confiesa tener una gran afición a la lectura.

"A mí me gustan los libros. Entre los que he leído hasta el presente, el que más me ha gustado fue la historia de Harry Potter. Es muy divertido".

Klára recuerda que, cuando era pequeña, su madre le solía leer todas las noches, antes de dormir, cuentos de hadas. Desde que aprendió sola a leer y creció un poco, prefiere los libros de aventuras y lee no sólo antes de dormir. Klára visita frecuentemente una biblioteca pública.

"En la biblioteca todo es muy bonito, allí hay muchos libros. La visitamos regularmente con nuestra maestra. Primero la bibliotecaria nos lee algún cuento y luego nos ayuda a escoger un libro que podamos llevarnos prestado a casa."

Las bibliotecas públicas son frecuentadas en la República Checa por un 48 por ciento de los niños. Los demás, entre ellos Adéla y Bárbara, prefieren, al parecer, otras actividades.

"Yo hago varios deportes y también me gusta jugar con mis amigas. Jugamos, por ejemplo, a la escuela y yo siempre quiero ser maestra y darles a mis amigas clases del idioma checo", dice Adéla.

¿Qué prefiere hacer Bárbara?

"Me gusta ir al cine, porque en el cine uno sigue cómodamente diversas películas de aventuras en una pantalla grande pantalla. Es mucho más divertido que estar encerrada en casa sola y leer un libro".

Independientemente de estas dos últimas opiniones, Lia Maresová, estudiante de pedagogía en Praga, considera que los niños checos tienen una positiva relación hacia la lectura. "Yo creo que los niños checos leen bastante, aunque también es cierto que muchos prefieren la televisión", sostiene Lia y prosigue:

"Para muchos niños la televisión resulta más atractiva que los libros. Y frecuentemente son los propios padres los que prefieren apretar el botón de la televisión y dejar a sus hijos frente a la pantalla en vez de buscarles un libro interesante".

Especialistas en psicología y pedagogía insisten en que a los niños hay que educarles en la lectura desde pequeños. Efectivamente, según el reciente estudio, el 70 por ciento de los niños checos, a los que sus padres les leían desde pequeños, conservan la costumbre por la lectura también al crecer.

¿Y ustedes, amigos, ¿qué opinan del tema?