Petr Brandl - la otra cara del genio barroco checo
"Petr Brandl - pintor de vicios mundanos" así se llama la exposición inaugurada en el convento de San Jorge en el Castillo de Praga. El visitante puede apreciar otra cara del pintor barroco checo y ver sus obras menos conocidas, pero también muy interesantes.
Petr Brandl fue uno de los más importantes artistas del barroco checo. Nació en Praga en el año 1668 y murió en la ciudad de Kutná Hora, Bohemia Central, en 1735. En la capital checa aprendió las técnicas básicas del arte pictórico y recibió también sus primeros encargos. Se hizo famoso por sus cuadros religiosos con escenas bíblicas y figuras de santos. Gran atención llaman asimismo sus excelentes retratos de los representantes de nobleza y de la Iglesia. Brandl pintó también autorretratos y paisajes. Su campo de acción no se limitó sólo a Praga, así que podemos ver sus obras en muchas iglesias y castillos en todos los rincones de la República Checa.
La exposición en el convento de San Jorge en el Castillo de Praga ofrece una serie de obras reunidas por primera vez. La Galería Nacional, promotor de la exposición, se propone llenar un vacío en la obra del pintor, exhibiendo pinturas casi desconocidas.
"El público conoce a Petr Brandl más bien como autor de cuadros religiosos o como importante retratista. Sin embargo, no se sabe que el pintor se dedicaba también a la pintura de género", señaló la comisaria de la exposición, Andrea Rousová.
En la muestra se puede apreciar una decena de cuadros que ofrecen las representaciones de los vicios más típicos de la época barroca que por cierto perduran hasta la actualidad: fumar, beber de alcohol y el amor venal.
"La mayor fuente de inspiración para Brandl fueron los cuadros de pintores flamencos y holandeses del siglo XVII que podía contemplar en la Pinacoteca de Castillo de Praga, adonde tuvo acceso libre gracias a su maestro Kristian Schroder, el pintor de la corte imperial y a la vez comisario de la galería. El joven Brandl también se inspiró en las colecciones privadas de sus clientes", explicó Andrea Rousová, comisaria de la muestra
El tema principal de los cuadros - los vicios mundanos - suelen atribuirse también al propio pintor. Brandl era, según algunos, un derrochador que despilfarraba sus honorarios llevando una vida desenfrenada.
"A pesar de las leyendas y fábulas sobre la vida bohemia y frenética del autor, que se transmitía en sus cuadros, yo preferiría subrayar que las obras de Brandl fueron influídas más bien por la escuela flamenca y holandesa y por requisitos particulares de sus clientes", comentó al respecto Andrea Rousová.
Los cuadros de Brandl destacan por su complejidad, sentido del detalle y simbolismo profundo. No obstante, lo principal es el fin moral de sus obras que pretenden señalar los vicios mundanos y apelar a las personas para que los abandonen.
Además de los cuadros originales de Brandl, la exposición la completan, por ejemplo, cuadros flamencos y holandeses con temas similares y también objetos originales de la época barroca, como una copa de vino y una pipa de arcilla blanca que aparecen en las obras expuestas de Brandl.
Los aficionados a la pintura barroca checa tienen la oportunidad de ver esta exclusiva serie de cuadros hasta el 24 de abril próximo.