Homenaje al "mecenas de las patatas" y a su familia
El mecenas de los artistas checos del siglo XIX, Alexandr Brandejs, y su yerno, el pintor Adolf Wiesner, se reencuentran a través del tiempo en una exposición, inaugurada en la Galería Robert Guttmann, de la capital checa. El Museo Judío de Praga pretende recordar al público una de las destacadas familias checas que influyó marcadamente en la historia del arte checo y del movimiento nacional.
La historia de la familia Brandejs está vinculada con el distrito Suchdol, de Praga, donde tuvo su palacete Alexandr Brandejs, un hombre adinerado y profundamente enamorado del arte, dijo el comisario de la exposición, Arno Parík.
"En su residencia se reunía la flor y nata de la sociedad checa de la segunda mitad del siglo XIX como Frantisek Zenísek, Mikolás Ales, Václav Brozík y muchos otros. Para todos ellos la casa de Alexandr Brandejs era un lugar agradable, en el que se reunían con gusto y placer. Encontraban allí siempre apoyo financiero y moral. Se lo pagaban con sus creaciones artísticas y presencia en las veladas".
La casa de Alexandr Brandejs fue un verdadero centro cultural en el que tenían lugar veladas artísticas en un ambiente agradable, marcado por una de las grandes pasiones de este hombre generoso- una amplia colección de antigüedades, explicó Arno Parík.
"Alexandr Brandejs nunca se olvidó de las necesidades de sus amigos. A veces emprendía un recorrido por las casas de los artistas, repartiendo sacos de patatas. De ahí se conoció como "el mecenas de las patatas".
Parte de la exposición en la galería Robert Guttmann está dedicada precisamente a los retratos de Alexandr Brandejs, hechas por sus amigos artistas como Václav Brozík, Jakub Schikaneder, y otros.
El amor de Alexandr Brandejs por el arte marcó la atmósfera familiar y los destinos de algunos de sus hijos. Su hija mayor, Helena, cursó estudios en el taller de Antonín Slavícek, uno de los renombrados pintores checos.
En 1903 viajó a París, donde conoció al pintor Adolf Wiesner, con quien poco después contrajo matrimonio.
Adolf Wiesner estudió pintura en Dresde y Munich. En Praga cursó estudios en la Academia de Artes Plásticas, en el taller del pintor Vojt"ch Hynais, autor del telón del Teatro Nacional. Destacó como uno de los pioneros del arte moderno checo, señaló el comisario de la exposición, Arno Parík.
"En los años 90 del siglo XIX, Adolf Wiesner formó la legendaria Asociación de Artistas Plásticos Mánes. Fue el principal promotor de la fundación de la revista independiente del arte moderno checo "Volné Smery", en 1896".
Adolf Wiesner es autor de muchas composiciones figurativas. Además, fue considerado un verdadero maestro de los retratos, dijo Arno Parík.
"A su taller acudía la clase alta checa empresarios y banqueros. Además, Adolf Wiesner retrataba a grandes figuras del arte checo como el escultor Stanislav Sucharda, el pintor Alfons Mucha, el actor Gustav Lövy, y otros".
Sin embargo, Adolf Wiesner retrataba con mayor frecuencia a su esposa Helena y a otros miembros de su familia. Durante la Segunda Guerra Mundial, gran parte de sus cuadros desapareció para siempre.
"No obstante, cierta parte del legado de Adolf Wiesner logró salvarse, de manera que hoy, después de muchos años, el público tiene la oportunidad de admirar los cuadros de este artista. La última exposición de cuadros de Adolf Wiesner tuvo lugar en Praga en 1936".
Después de la ocupación de Checoslovaquia por las tropas hitlerianas, casi todos los miembros de la familia lograron huir del país. Sin embargo, Adolf Wiesner y su esposa decidieron quedarse en Praga. En julio de 1942 fueron deportados al ghetto judío de Terezín, donde Adolf Wiesner falleció debido a las condiciones inhumanas que no pudo soportar. Su esposa Helena sobrevivió. Después de la liberación se trasladó a Inglaterra.
Uno de los descendientes de la familia Brandejs es Jan White, quien llegó a Praga desde EE.UU. con motivo de la inauguración de la exposición en la galería Robert Guttmann, de Praga. Este hombre, ágil y enérgico, a pesar de tener casi 80 años, recuerda bien a su tío, Adolf Wiesner.
"Tuvo su taller en Praga, cerca del Teatro Nacional. Con frecuencia iba a visitarlo con mi madre. Yo era pequeño y su estudio tenía para mí una magia especial. En él reinaba cierto desorden, todo olía a pintura y había cuadros por todos lados. Estaba fascinado".
Adolf Wiesner era un gran patriota. Insistía, por ejemplo, que en su presencia se hablara un checo correcto y literario. Admiraba a los escritores y músicos nacionales. A su casa acudían con frecuencia sus colegas, destacados pintores de la época, matizó Jan White. La familia de Jan White huyó de los nazis a Gran Bretaña en los primeros meses de la ocupación de Checoslovaquia en 1939. En 1948 se trasladó a EE.UU..
Jan White estudió arquitectura. Destacó como diseñador gráfico y autor de libros especializados.