La RCh logra enfrentar la crisis global de la industria automovilística
Centenares de trabajadores son despedidos de las fábricas de producción de automóviles, como resultado de la crisis en ese sector que afecta a Europa. La República Checa, por su parte, logra eludir a los impactos de la crisis.
Los esfuerzos por reducir los gastos de producción y la baja demanda de nuevos automóviles por parte de los consumidores obligan a varias empresas automovilísticas a reducir el número de trabajadores. En los últimos tres años y medio, también la fábrica Skoda Mladá Boleslav, en la República Checa, despidió a más de tres mil trabajadores. El número de trabajadores que abandonan las empresas automovilísticas en Europa Occidental es mucho más grande.
Los especialistas insisten que para conservar la producción en esta difícil situación y cumplir las exigencias de los sindicalistas en cuanto al incremento de sueldos, hay que reducir el número de trabajadores. Los nuevos países de la Unión Europea, entre ellos, la República Checa, tienen en este aspecto una cierta ventaja, ya que la fuerza laboral en los mismos, en comparación con Europa Occidental, es mucho más barata. Es por ello, especialmente, que la República Checa logra eludir los impactos de la crisis global de la industria automovilística.
En territorio checo, el sector registra incluso cierto auge. En febrero del próximo año, en la ciudad de Kolín, al este de Praga, se iniciará la fabricación en serie de nuevos automóviles Toyota, Peugeot y Citroën. Actualmente tiene lugar una producción de prueba. La empresa mixta japoneso-francesa, apostó en la fabricación de los más pequeños y más baratos modelos de las mencionadas marcas, instalando su producción en la República Checa. Se prevé que en septiembre del próximo año, la fábrica empleará a unos tres mil trabajadores.