Artistas del Teatro Negro de Praga fascinados con América Latina
Cuando el teatro se hace con amor, el público se da cuenta de inmediato y reacciona con gratitud. Esa es la experiencia de la compañía del Teatro Negro de Praga de Jirí Srnec, que acaba de regresar a la República Checa tras una gira por países de América Latina. El director del Teatro, Jirí Srnec, le dio la oportunidad, en esta ocasión, a los jóvenes integrantes de su compañía, licenciados de la Escuela de Arte de Praga. En Radio Praga entrevistamos a dos de ellos, Jirí Srnec junior y su esposa, Karolína Srncová.
Esta es una de las frases en español que la artista del Teatro Negro de Praga, Karolína Srncová, aprendió durante su reciente estancia en América Latina.
"La gira del Teatro Negro de Praga duró tres meses aproximadamente, durante los que nos presentamos en ocho países de América del Sur y de Centroamérica. Para ser un poco más concreta, mencionaré al menos Argentina, Uruguay, Chile, Nicaragua, y El Salvador", aclara Karolína.
El Teatro Negro se presentó con su programa "Peter Pan" y, según afirma Jirí Srnec junior, la calurosa y espontánea acogida del espectáculo por parte del público latinoamericano emocionó a los miembros de la compañía de teatro checa."En todos los países donde actuamos tuvimos una maravillosa acogida. La mayoría de nosotros experimentó algo semejante por primera vez en la vida. La gente se identificaba con los actores en el escenario y "vivía" con ellos las aventuras. Los niños exclamaban: "¡Peter Pan, ten cuidado!" y las ovaciones no tenían fin. Fue algo increíble. Las chicas de nuestra compañía llegaron a llorar de emoción. El público latinoamericano es fantástico", sostiene Jirí Srnec junior.
El artista apuntó que, uno de sus colegas comparó las reacciones del público latinoamericano ante la función del Teatro Negro de Praga, a las reacciones de los hinchas a un partido de fútbol.
"Es otro ambiente al de Europa, allí las personas no tratan de ocultar sus emociones, reaccionan de inmediato cuando algo les gusta, el contacto con los actores es mucho más directo y cordial", matiza Jirí Srnec.Karolína recordó una vivencia de Nicaragua, cuando echó del escenario a dos soldados en botas, porque temía que ensuciaran con ellas la alfombra que se utilizaría en el espectáculo. Cuál fue su sorpresa cuando luego se enteró de que eran dos guardaespaldas del Presidente de Nicaragua que esperaban la llegada del primer mandatario al teatro. "Pero no hubo ningún problema por ello", señala Karolína, con una dulce sonrisa en los labios.
Para Jirí Srnec junior, la mayor experiencia y motivación artística de la reciente gira del Teatro Negro de Praga por países de América Latina, fue cuando uno de los agentes latinoamericanos le dijo: "No importa el número de espectadores que asista a vuestra función, lo más importante es que hacen un buen teatro".