Josef Poncar, Karel Vacek y Jaromír Vejvoda: reyes de la música popular checa
Eran tres como los Reyes Magos bíblicos - Josef Poncar, Karel Vacek y Jaromír Vejvoda-, reyes de la música popular checa que nacieron en el mismo mes y en el mismo año: en marzo de 1902. Sus canciones que se caracterizan por una exhuberancia melódica son tan entrañables y cálidas porque brotaron de los corazones de sus autores. Por eso se propagaron tan rápidamente en su patria y algunas ganaron fama mundial, como El barrillito de cerveza, de Jaromír Vejvoda y el tango La Gitana, de Karel Vacek.
"Carlitos mío, tú eres el chico más bueno del mundo, pero sólo cuando duermes", dice la letra de una conocida canción de Josef Poncar. Me imagino las significativas miradas que las chicas lanzaban a sus parejas al bailar en una fiesta esta alegre polca.
Su autor, Josef Poncar, nació el 14 de marzo de 1902 en un pequeño pueblo checo. El futuro compositor de melodías contagiosas anunció su llegada al mundo con tanto griterío que su padre, músico de una banda musical mantenida por un príncipe, vaticinó que el muchacho sería un cantante de ópera.
Josef Poncar no llegó a ser un cantante, pero sí un magnífico músico y compositor. Muy temprano aprendió a tocar los instrumentos de cuerda a los que sumó más tarde el clarinete y la trompeta. A los 16 años compuso como autodidacta su primera canción. Al mismo tiempo aprendió el oficio de ebanista, pero más tarde abandonaría el taller de ebanistería y trabajaría en Praga como empleado de ferrocarriles.
Josef Poncar compuso unas 150 canciones, en su mayoría bailables, como polcas, valses y mazurcas, pero escribió también marchas. Las bandas de instrumentos de viento siguen tocando hasta ahora varias de sus composiciones, como la polca "A través de dos aldeas" cuya letra se refiere a un desencanto amoroso.
El segundo rey de la música popular checa, Karel Vacek, nació el 21 de marzo de 1902, en la ciudad de Liberec, en el hogar de un ebanista y músico popular. Aprendió a tocar el bajo, el violín, el clarinete y después sucesivamente otros instrumentos utilizados en bandas de música de viento y en orquestas sinfónicas.
Karel Vacek no pudo concluir los estudios en el conservatorio de Praga ya que su familia no podía costearlos. El joven se alistó como voluntario en el Ejército, incorporándose a una banda militar. La práctica en la orquesta militar suplió los estudios y cuando salió en 1924 de las filas del Ejército, Karel Vacek era un músico como pocos.
Tras actuar en Francia en una banda circense, Karel Vacek se incorporó al quinteto Melody Boys, de R.A.Dvorský, pionero del jazz. R.A.Dvorský animaba a su trompetista Karel Vacek a realizar las primeras improvisaciones jazzísticas que el músico realizaría posteriormente también como miembro de la Orquesta del Teatro Liberado, dirigida por el compositor Jaroslav Jezek.
Karel Vacek tocó en bandas de jazz hasta 1954, pero simultáneamente componía polcas, valses y marchas como la popular
Karel Vacek es autor de un centenar de composiciones. Una de ellas- el tango La Gitana, de 1931, fue un éxito mundial. La orquesta de Henry Hall tocó La Gitana diariamente durante más de un año en sus programas en un café concierto de Londres, transmitidos regularmente por la radio. En Estados Unidos el tango de Karel Vacek fue durante dos años la composición más tocada. La Gitana, de Karel Vacek, es inmortal.
El tango La Gitana de Karel Vacek y la polca "Barrillito de cerveza", de Jaromír Vejvoda, son dos éxitos mundiales de la música ligera checa que hasta ahora no han sido igualados por compositores checos de este género.
Jaromír Vejvoda nació el 28 de marzo de 1902 en Zbraslav, un suburbio de Praga, en el seno de una familia de músicos populares. Su progenitor fue albañil, pero dirígia su propia banda musical denominada Zbraslavanka. Jaromír Vejvoda adquirió la práctica como trompetista en una banda militar y después el padre le entregó la batuta de Zbraslavanka.
Jaromír Vejvoda compuso unas sesenta canciones. Una de las más conocidas y tocadas hasta ahora es "Bosques verdes".
En 1929 Jaromír Vejvoda compuso para su orquesta una polca que bajo el nombre de Barrillito de cerveza conquistaría el mundo. Durante la Segunda Guerra Mundial la cantaron los soldados de la coalición antihitleriana en todos los frentes. Terminada la contienda, el general estadounidense, Dwight Eisenhower, dijo que esta polca ayudó a los aliados a ganar la guerra.