Most - una ciudad casi liquidada en el pasado por la extracción del carbón
La ciudad de Most, Bohemia del Norte, se encuentra en una localidad minera. El casco histórico, así como varias aldeas adyacentes, en el siglo XX tuvieron que ceder el lugar a la explotación del carbón. Por suerte, algunos monumentos fueron salvados, el edificio entero de la iglesia de la Asunción de la Virgen María fue trasladado, salvándose de esa forma ante la destrucción. Poco a poco la ciudad se va recuperando, en un terraplén vertido cercano surgió, entre otros, un hipódromo.
Para poder vigilar la importante senda comercial rumbo a Sajonia, un castillo fue edificado en una cima cercana. La fortaleza fue sitiada varias veces, por ejemplo, durante las Guerras de los Husitas, movimiento religioso checo de la primera mitad del siglo XV que promovía las reformas de la Iglesia Católica, inspirándose en el pensamiento de Juan Hus.
Una leyenda dice que el caudillo militar husita, Juan Zizka, siendo joven visitó la ciudad de Most. Y como era de temperamento impulsivo, se peleó con un burgués local. Zizka lo persiguió hasta el otro extremo de la ciudad, pero al final fue detenido y encarcelado en el ayuntamiento.
Juan Zizka fue liberado posteriormente bajo la condición de que jamás volviera a atacar a los vecinos de Most con un arma. Para comprobar su promesa, Zizka dejó una herradura de su caballo en el ayuntamiento.Transcurrido cierto tiempo, Zizka pasó a ser jefe del ejército husita. Durante su campaña militar los husitas llegaron hasta la ciudad de Most, cuyos ciudadanos estaban de parte de la Iglesia católica. Un viejo escribano de Most se acordó de la promesa de Zizka y le enviaron un mensaje que cumpliera su palabra y dejara la ciudad en paz, indica la historiadora, Petra Trojnová.
"Dicen que Zizka se rió al oírlo, diciendo que cumplirá la promesa, pero que la misma está relacionada sólo con su persona y no incluye a su ejército. Los demás husitas gritaron que ellos no tienen nada que ver con esa promesa, así que ellos pueden atacar la ciudad, pero, según dice la leyenda, los husitas al final se retiraron".
Según otras fuentes, no obstante, el ejército sitió el castillo incluso dos veces y utilizando hondas causó notables daños en la fortaleza, aunque no logró conquistarla.En todo caso, lo que no consiguieron los husitas, alcanzaron los suecos durante la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII, apoderándose del castillo por medio de una trampa.
Terminada la guerra, el castillo fue destruido. La cima se volvió desierta, permaneciendo así hasta el siglo XIX, cuando los ciudadanos decidieron crear allí un restaurante con un mirador, señaló la historiadora de la ciudad de Most, Petra Trojnová.
"En el año 1889, el carpintero Johann Franz construyó en ese lugar una imitación de la Torre Eiffel, que tuvo tres pisos y una altura de 25 metros. La inauguración solemne se celebró en octubre de 1889, pero en enero el viento derrumbó la torre destruyéndola completamente".
Ocho años más tarde, los ciudadanos tomaron la decisión de construir en la colina una réplica del castillo destruido. Hasta hoy día, el edificio se alza sobre la ciudad de Most y mucha gente que se encuentra sólo de tránsito por dicha urbe, ni se da cuenta de que no ve un monumento histórico, sino una mera imitación del castillo.El alquimista, Edward Kelly, estuvo encarcelado en el castillo en las postrimerías del siglo XVI. Kelly fue un aventurero, llegó a Bohemia de Inglaterra, donde le cortaron las orejas por haber falsificado un documento. El inglés se dejó crecer pelo largo, para que nadie se fijara en su mutilación y llegó a la corte de Rodolfo II, soberano muy interesado en la alquimia y obsesionado por obtener oro de una piedra.
"Kelly fue un estafador y, por supuesto, no logró producir el oro. Hasta que un día Rodolfo II perdió la paciencia y lo encarceló en el castillo de Krivoklát, Bohemia Occidental".
Así indicó la historiadora, Petra Trojnová, agregando que Kelly intentó huir de la prisión, pero se cayó, fracturándose una pierna que le fue amputada posteriormente. El soberano le perdonó, no obstante, el alquimista intentó estafarle por segunda vez, fingiendo la producción de oro por lo que volvió a ser encarcelado, esta vez en el castillo de Most.En su segundo intento de huir, Kelly se fracturó otra vez la pierna y en vista de pasar el resto de su vida en la prisión, el alquimista se suicidó. Se dice, que antes de morir, Kelly maldijo la ciudad de Most, augurando su destrucción. La verdad es que el castillo fue destruido unas decenas de años después y en el siglo XX una parte del casco histórico de la ciudad desapareció debido a la extracción de carbón.
La extracción de carbón fue iniciada en grande en la región de Most en la segunda mitad del siglo XIX. Por ello, varias aldeas adyacentes fueron liquidadas, igual que la mayoría de los monumentos históricos de la ciudad.
La excepcional iglesia de la Asunción de la Virgen María se salvó gracias a que el edificio fue trasladado a otro lugar. Las preparaciones para el traslado duraron casi cinco años. La iglesia, que pesa unas 10 mil toneladas, fue reforzada con pernos de hierro y fue trasladada en carriles casi 900 metros, precisó la historiadora Petra Trojnová.
"El traslado fue iniciado el 30 de septiembre de 1975 y finalizó un mes más tarde. La operación fue realizada por medio de más de 50 vehículos transportadores con unidades hidráulicas independientes manejadas por un sistema de niveles de burbuja para equilibrar la aspereza del terreno. La velocidad del traslado fue entre uno y tres milímetros por minuto".
En 1988, terminados los trabajos de restauración, la iglesia fue reabierta para el público.La explotación de carbón afectó el paisaje alrededor de la ciudad de Most que se va recuperando poco a poco en la actualidad. En la localidad de Velebudice, situada cerca de la urbe, unas 750 hectáreas fueron cubiertas en el pasado con el escombro de las minas superficiales.
En los años 90 del siglo pasado fue construido allí un parque recreativo, que incluye, entre otros, un hipódromo que figura entre las tres pistas hípicas más grandes de la República Checa. El director del hipódromo, Miroslav Suchý, indicó que las condiciones para llevar a cabo construcciones en ese lugar no son del todo idóneas, ya que la tierra se está hundiendo imperceptiblemente.
"En la actualidad, transcurridos unos 50 años, el hundimiento es de un milímetro al año aproximadamente. Es decir, que construir algo en esta localidad resulta muy problemático. Los cimientos llegan a una profundidad de siete metros donde se encuentra la capa firme. El escombro se estabiliza transcurridos unos 50 años, pero en algunos sitios, los camiones seguían tirando escombro aún en los años 90".De todas formas, el hundimiento no debería ser peligroso. Los arquitectos ya están planificando otros proyectos para aprovechar el extenso terreno de Velebudice. En el futuro podrían surgir en esa localidad, por ejemplo, campos de fútbol y un autocamping, en otras localidades parecidas, surgen viñedos o centros recreativos.