Conmemoran el 85 aniversario de la fundación de Checoslovaquia

San Venceslao en la Plaza de San Venceslao en Praga - símbolo de la ciudadanía estatal para la mayoría de los checos

Los checos conmemoraron este martes el 85 aniversario de la fundación de Checoslovaquia. El presidente checo otorgó con ese motivo condecoraciones estatales a 20 personas. El primer ministro checo celebró la fiesta nacional en Eslovaquia. En las calles de Praga se manifestaron sólo nacionalistas radicales.

Presidente checo,  Václav Klaus,  foto: CTK
Checoslovaquia fue fundada en 1918. Hace diez años se separó, surgiendo la República Checa y la República Eslovaca. El presidente checo, Václav Klaus, destacó que, a pesar de que Checoslovaquia ya no existe, el 28 de octubre es un día importante para los checos y que vale la pena celebrarlo como fiesta nacional.

"Así volvemos a los principios en los que se basa nuestro Estado e intentamos de esa forma conseguir información e inspiración para nuestro futuro", indicó Klaus.

El presidente otorgó condecoraciones estatales a veinte personas: artistas, médicos, políticos y veteranos de guerra, entre otros. La máxima distinción estatal, la Orden del León Blanco, fue concedida a título póstumo al piloto militar, Alois Siska, miembro de la resistencia checoslovaca en Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, que posteriormente fue perseguido por los comunistas, tras el golpe de Estado en 1948.

Alois Siska,  foto: CTK
Václav Klaus depositó una ofrenda floral en la estatua del primer presidente checoslovaco, Tomás Garrigue Masaryk, y nombró nuevos generales del Ejército.

Los checos disfrutaron este martes, sobre todo, de un día libre, en el país no se efectuaron manifestaciones masivas con motivo de la fiesta nacional. Sólo varias decenas de nacionalistas del movimiento extremista "Frente de la Patria" se reunieron en la capital checa. Durante el evento no se produjo ningún incidente.

El primer ministro checo, Vladimír Spidla, celebró el 85 aniversario de la fundación de Checoslovaquia en Bratislava. Spidla coincidió con su homólogo eslovaco, Mikulás Dzurinda, en que hoy día las relaciones entre ambos países son las mejores desde que se separó el Estado común.

Por su parte, el presidente eslovaco, Rudolf Schuster, expresó que le da pena que, a diferencia de los checos, los eslovacos no celebran el 28 de octubre como fiesta nacional.