La Constitución Europea divide a los políticos checos
La Constitución Europea divide al escenario político checo. Mientras que el Gobierno mantiene una clara postura proeuropea, el presidente de la República y la oposición temen la pérdida de soberanía.
"Mientras que el Gobierno está satisfecho con el 95 por ciento del proyecto y sobre el 5 por ciento restante quiere discutir, a mí me interesa ese 95 por ciento". Así declaró el presidente checo, Václav Klaus, uno de los principales críticos de la Constitución.
Klaus teme que la Euroconstitución lleve a la creación de un superestado en el que los intereses de países como la República Checa serán vencidos por la mayoría de votos de los países grandes.
"Opino que el proceso democratizador en la Unión Europea se debilitará al realizarse ese proyecto. El documento profundiza significativamente las actuales tendencias de integración en Europa, introduce nuevos símbolos. Por eso considero razonable que sigamos discutiendo sobre este tema", expresó Klaus.El presidente desea que sobre la aprobación de la Constitución Europea decidan los ciudadanos en un referéndum. El Primer Ministro, Vladimír Spidla, no lo descarta.
"Es necesario introducir en la República Checa el concepto de referéndum en general. Pero la decisión definitiva de cuál será el proceso de ratificación de la Constitución Europea depende de la forma final del documento", apuntó Spidla.
Con respecto a la Constitución, el oposicionista Partido Cívico Democrático inició una sesión extraordinaria de la Cámara Baja, que se celebrará el próximo martes.