Responsables de la operación "Saneamiento" comparecen ante el tribunal
Once altos cargos de la antigua Policía Secreta comunista fueron entregados este lunes a la justicia. Están acusados de participar en la operación "Saneamiento", acción cuyo objetivo era obligar a los adversarios del régimen comunista abandonar "voluntariamente" el país.
Los ex oficiales de la Policía Secreta se defienden que al no obedecer órdenes habrían sido castigados. La fiscal Jana Hercegová lo rechaza alegando que incluso el sistema totalitario ofrecía soluciones de cómo no actuar contra la propia conciencia.
"Si tenían miedo de rechazar la orden directamente pudieron renunciar a sus cargos o retirarse de la Policía", indicó la jurista.
Repetidos registros de casa, hostigamiento a las familias, obstrucciones al buscar un empleo, interrogatorios en la Policía, encarcelamiento y golpes, éstas fueron algunas de las torturas psicológicas y físicas que emplearon los jefes de la Policía Secreta para forzar a los disidentes a salir del país.
"No me acuerdo", fue la respuesta más frecuente que dieron los acusados al tribunal. Otras declaraciones fueron realmente curiosas. "Siempre estimé a mi enemigo", manifestó el ex jefe del departamento de la Policía Secreta de Bohemia del Norte, Zdenek Hanák, afirmando que los disidentes le habían agradecido "su actuación correcta y prudente" y que la operación "Saneamiento" exterminó el consumo de la marihuana en su región.
El tribunal lo puede condenar ahora a hasta ocho años de prisión.