Crece en la RCh el número de familias incompletas

Quinientos mil niños checos, aproximadamente, viven en familias incompletas. La falta del padre o de la madre, según los sicólogos, puede tener una influencia negativa en el desarrollo del niño e incluso en su comportamiento cuando adulto.

Los especialistas advierten sobre el aumento del número de familias incompletas en la República Checa. Según datos oficiales, esta situación es la peor en los últimos cuarenta años. Se habla incluso de una crisis de la familia checa. Michal Semín, del Instituto Cívico, organización no gubernamental checa, considera que una de las principales causas del creciente número de divorcios es que la familia checa pasa cada vez menos tiempo junta.

"Muchas personas consideran que lo principal es el trabajo y otros compromisos y que a la familia basta entregarle sólo parte del tiempo libre. Así, la familia checa contemporánea la integran varios individuos que de vez en cuando se reúnen y pasan juntos cierto tiempo", sostiene Michal Semín.

Las parejas, además, optan por el divorcio para solucionar cualquier problema familiar. Este fenómeno se hace patente especialmente en las grandes ciudades. Las consecuencias de la ruptura familiar las sufren en mayor medida los hijos. En la República Checa, en la mayoría de los divorcios los tribunales confían los hijos a la madre.

"En la familia donde el padre o la madre están ausentes se crea un vacío que suele afectar seriamente a los hijos. La familia es algo que forma parte de la vida del ser humano y los niños, desde pequeños, lo conciben como un hecho. Cuando ese modelo no funciona, para el niño puede ser un duro golpe que no logran asimilar", indica Michal Semín.

Los especialistas advierten que los mayores problemas con el comportamiento en la escuela y en la relación con los coetáneos los tienen precisamente los niños de familias incompletas. Al crecer, esos niños también suelen tener problemas con su pareja. Los sociólogos insisten en que superar la crisis de la familia checa requerirá mayor responsabilidad de las propias parejas así como ayuda eficiente del Estado, por ejemplo, en forma de "educación familiar" en las escuelas básicas checas.