Obras maestras de Antonin Dvorak I
Es el primero de mayo de 1904. La cantante de ópera - la soprano María - organiza en su casa una matiné. Dado que su salón se cuenta entre los más populares de Praga, se reunen aquí excelentes artistas, e incluso el mismo gran compositor, Antonín Dvorák, debería venir. Los intérpretes presentes han decidido darle al Maestro una sorpresa - un concierto privado en cuyo programa figuren sólo fragmentos de su obra.
Los invitados dejan de hablar, la señora de la casa se coloca en medio del salón y empieza a cantar la primera pieza.
El ciclo "Duetos moravos" podría calificarse como la obra decisiva de Antonín Dvorák. La escribió teniendo 34 años, después de habérselo solicitado el negociante Jan Neff, de Praga, a cuya esposa María el compositor enseñaba a tocar el piano. Posteriormente interpretaban esas canciones con mucho gusto la mujer y la cuñada de Antonín Dvorák.
Los "Duetos moravos" están destinados a ser interpretados en un ambiente familiar, en un círculo estrecho de amigos, en los salones de música que eran tan populares en el pasado, en la así llamada "mejor sociedad".
Las composiciones surgieron en base a la letra de canciones populares de Moravia. Jan Neff las mandó imprimir y las dedicó como el primer opus impreso a Dvorák, como un regalo navideño, en 1876. Fueron los "Duetos moravos" los que decidieron sobre el destino del hasta ese momento pobre y desconocido compositor.
El compositor alemán, Johannes Brahms, quedó tan impresionado por esta obra que la recomendó al renombrado editor Fritz Simrock, de Berlín. Este editó los Duetos acompañados de textos en versión alemana. La obra se vendió en un dos por tres y Simrock pidió a Dvorák otras composiciones. Desde ese momento el compositor se convirtió en un autor requerido.
"En tantos corazones la muerte se ha instalado", así se llama una composición del ciclo "Canciones amorosas". También esta obra está estrechamente vinculada con la vida del compositor. Antonín Dvorák compuso este ciclo basándose en los versos amorosos del poeta Gustav Pfleger - Moravský, llamados "Cipreses". Esta poesía, tan popular en su época, cautivó a Dvorák cuando era un jovencillo de 20 años y se enamoró de la actriz praguense Josefina Cermáková, que después sería su cuñada.
El primer amor de Dvorák quedó sin respuesta, y el compositor buscó alivio para su corazón desengañado componiendo el ciclo de canciones "Cipreses", que nunca publicó. Sin embargo, posteriormente compuso, basándose en los mismos versos, el ciclo "Canciones amorosas".
Pero ya está preparado el violinista y el concierto continúa.
La "Sonatina So mayor", la centésima obra de Antonín Dvorák, surgió durante su estancia en Estados Unidos. El público esperaba una obra monumental, pero él creó una composición pequeña, que dedicó a sus hijos Otylka, Toník, Ana, Maríe y Otakar. Su hija mayor, Otylka, se casó más tarde con el compositor checo Josef Suk.
Acaban de escuchar un fragmento de las "Canciones Bíblicas". Dvorák era muy creyente. Al averiguar, en 1894, estando en Estados Unidos, que su padre estaba gravemente enfermo, buscó consuelo en la lectura de la Biblia. A base de la Biblia de Kralice, traducción checa de la biblia, creó diez canciones en las que hasta hoy se puede sentir la fuerza de la fe del compositor.
La compañía en la casa de la soprano Marie sigue divirtiéndose. Mientras que la señora de la casa se pone el disfraz de Ondina - Rusalka, el violinista toca otra pieza.
A sus 30 años, Antonín Dvorák compuso el "Romance en Fa menor" para un violinista famoso de la segunda mitad del siglo 19, y amigo suyo, Frantisek Ondrícek. Su amistad perduró durante años. Dvorák dedicó a Ondrícek su concierto para violín, y éste lo estrenó con mucho éxito. El famoso compositor asistió a la boda de Ondrícek como su padrino.
Se escuchan las últimas notas del "Romance en Fa menor". Las damas y los caballeros reunidos en la casa de la soprano María deciden hacer una breve pausa, y van a tomar un café o un té, con un postre preparado por la misma señora María a partir de una receta del libro de cocina de Magdalena Dobromila Rettigová ...
Y nuestro concierto continuará en una de las próximas ediciones de Radio Praga.