Hombre de negocios checo enamorado de Colombia
Jan Kubesa es un hombre de negocios checo que ha creado una empresa en Colombia. En esta edición compartirá con nosotros el gran amor que desde hace años siente hacia ese país latinoamericano.
¿Cuánto tiempo pasó en Colombia y a qué se dedicó?
"Llegué a Colombia en 1986 y mi objetivo fue comprar café y banano, arroz y otros productos agrícolas para Checoslovaquia. Manejé una empresa checa y así trabajé como siete años, teniendo responsabilidad también para Venezuela y Panamá y empujando naturalmente también las exportaciones de Checoslovaquia, sobre todo de la cerveza Pilsner Urquell, materias primas cerveceras, licor Becher y esas cosas típicas".
¿Qué le gusta de Colombia?"Casi todo. Ese país es realmente una maravilla. Como me gusta mucho la naturaleza, teniendo allí los llanos, la región del Amazonas, Nevada de Santa Marta, las playas de Cartagena, de Santa Marta, Archipiélago San Andrés en el Mar Caribe, todo esto es un encanto. Yo creo que una vez se tranquilice la situación en Colombia, mucho ingreso al país lo va a atraer el turismo extranjero porque estoy convencido de que las cosas que tiene Colombia tienen pocos países en el mundo, de la naturaleza sobre todo. Y si podemos hablar más, de las culturas indígenas, precolombinas, es también algo excepcional en América Latina, solamente comparable con Perú. Por ejemplo el Museo de Oro en Bogotá es una cosa totalmente fuera de la serie".
¿En qué se diferencian Colombia y sus habitantes y la RCh?
"Pues claro, la historia de ambos países es muy distinta, el clima es distinto... es difícil de comparar, buscar cosas iguales. Yo creo que donde podemos buscar algo en común es que la gente de ambos países es muy trabajadora. Viajé por varios países latinoamericanos y claro, es mi criterio personal, pero los colombianos son los que trabajan mucho más que en otros países".
¿Cuándo estaba en Colombia, echaba de menos su patria?
"Extrañaba mucho a mi familia. Yo soy un hombre muy familiar y pues mis padres, abuelos, hermana, todos estaban muy lejos. Y yo podía visitarlos solamente una vez al año. Y también el poder esquiar lo extrañaba mucho, porque me gusta mucho esquiar y en Colombia, después de la erupción del Nevado del Ruiz ya no es posible".
Después de regresar a la RCh, ¿Qué echó de menos de Colombia?
"Eso no es una pregunta fácil, uno extraña más cosas y de pronto me di cuenta de que estoy extrañando a Colombia más que me imaginaba en el momento de regresar a la RCh. Naturalmente, lo que me hace falta es la fruta tropical que es muy rica. En general quisiera decir que en Colombia la comida es excepcional y yo creo que para el gusto nuestro prácticamente cualquiera comida colombiana nos gustaría, sea churrasco o mariscos, todo esto es muy sabroso. Y bueno, también las aventuras. Como yo visité varias veces el Amazonas donde estuvimos cogiendo caimanes y pescando pirañas, son cosas que uno puede vivir allá, no acá. Y respecto a la gente, lo que en la RCh extraño es la actitud positiva a la vida que tienen los latinos en general, que es la gente muy amable y alegre y hasta los momentos difíciles sabe pasarlos no tan deprimida como, digamos, los centroeuropeos".
Después de regresar a la RCh, ¿volvió a visitar Colombia?
"Yo nunca dejé de visitarla. Viví seguidos siete años allá y luego fundé una empresa en Colombia. Entonces estoy manejando los negocios tratando de mantener la relación comercial que entablé hace muchos años. Hasta el momento nos va bien y estoy cada año varias veces viajando a Colombia, prácticamente una parte del año estoy aquí, una parte allá".
Acaban de escuchar a Jan Kubesa, hombre de negocios checo que se enamoró de Colombia.