Año nuevo, vida nueva
Para muchos checos el 2002 fue el peor año de sus vidas. Considerando las desastrosas consecuencias de las inundaciones que azotaron al país en agosto, esa reacción no es de extrañar. Para algunos otros, se trató de año insulso en el que no ocurrieron grandes cosas. Sin embargo, miles de checos opinan que en el 2002 tuvieron lugar acontecimientos de suma importancia, como por ejemplo que la República Checa haya sido invitada a integrarse en la Unión Europea o que Praga haya sido sede de la cumbre de la OTAN, en noviembre. Hoy en "A Toda Marcha" saldremos a las calles para saber cómo piensan los checos que fue el año que recién trerminó y qué esperan para su país en el 2003.
Muchos checos opinan que el 2002 será recordado como un año negro para el país, debido a las catastróficas inundaciones que afectaron a gran parte de la República Checa. En agosto, muchas familias lo perdieron todo y por ello no faltó el que nos respondió, entre otras cosas, "Ojala que se termine rápido", como la señora Klára.
"Además de todos los problemas ocasionados por las inundaciones, aumenta el desempleo, la vida es progresivamente más cara... en fin, pero desde el punto de vista político al menos considero que tenemos un buen primer ministro, Vladimir Spidla... pero ya veremos, mi experiencia me dice que hasta no ver, no creer. Creo que el 2003 podría ser un buen año para la República Checa", dijo la señora Klára.
"Ni fu ni fa", opinan por su parte muchos ciudadanos como el señor Karel, residente en la capital checa. "Sin considerar las inundaciones de agosto, creo que el año 2002 se vivió igual que siempre para la República Checa. A pesar de haberse realizado elecciones parlamentarias a mediados de año la situación política se mantuvo sin mayores cambios. Quizá dos acontecimientos que se podrían considerar fuera de lo común, y que muchos checos vemos con buenos ojos, es el hecho de que la República Checa haya sido invitada oficialmente a integrarse en la Unión Europea. A pesar del gran escepticismo que hay en el país, estoy seguro que muchos coinciden conmigo", dice Karel.
Ese es el caso del señor Jiri. "Estoy más que seguro de que la entrada de la República Checa a la Unión Europea traerá grandes satisfacciones para la ciudadanía. No obstante, todo se verá en junio cuando tengamos que votar en un referéndum sobre si queremos la adhesión o no. Creo que el futuro del país, y en especial el año 2003, estará claramente marcado por los resultados de la consulta de junio".
No faltan los que miran la llegada del 2003 con cierta incertidumbre, especialmente de cara a las próximas elecciones presidenciales. Después de 12 años de mandato el presidente checo, Václav Havel, cederá su puesto a un nuevo mandatario. Y eso es precisamente lo que inquieta al señor Jiri, que reside en las afueras de Praga.
"El presidente Václav Havel representa un símbolo para la nación checa. Representa aquellos valores morales de los que no goza ninguno de los candidatos que se barajan como próximo presidente. Y todo ello no puede traer nada bueno para el país. Me molestan algunos políticos, como Václav Klaus, que irradian gran arrogancia y creen que el pueblo no lo nota. A ellos les interesa solamente el poder, a diferencia de lo que Václav Havel concibe como... "rol del presidente".
Por su parte, la señora Stará -vecina de Praga- opina que los partidos políticos no lograrán elegir al presidente adecuado y finalmente se recurrirá a la elección directa. "Así debería ser. Después de largos años de régimenes totalitarios los ciudadanos checos queremos elegir solos a nuestro presidente y pienso que excepcionalmente los partidos políticos se darán cuenta de ello y se convocarán elecciones directas".
En todas partes el inicio de un nuevo año trae consigo grandes esperanzas y todos desean que sea mejor que el año que se deja atrás. Como nos dijo durante nuestro recorrido por las calles de Praga el señor Karel, independientemente de si será bueno o malo, lo importante es no perder la esperanza ya que como dice aquel conocido refrán "Año nuevo, vida nueva".
Y ustedes, estimados oyentes, ¿qué esperan del 2003?