En Copenhague termina la división del continente europeo
En Copenhague se inicia este jueves la cumbre de la Unión Europea que decidirá sobre la incorporación de los países poscomunistas, incluyendo la República Checa. Se espera que la sesión cambiará el rostro del Viejo Continente, marcado durante medio siglo por la línea de separación entre la parte democrática y la totalitaria.
Uno de los más problemáticos es la política agraria. En el último período los agricultores checos organizaron varias manifestaciones y la semana pasada atacaron al Ministerio de Agricultura con huevos y patatas. Este jueves, cuando se inicia la cumbre de la Unión Europea en Copenhague, decidieron bloquear para transportistas tres pasos fronterizos. Los agricultores checos se sienten descontentos con las condiciones acordadas por la delegación checa en Bruselas. Concretamente se trata de las subvenciones directas en los primeros años tras la adhesión.
También muchos diputados y senadores expresaron su descontento con algunas de las condiciones para la entrada del país en la Unión. Algunos hasta calificaron los resultados de las negociaciones de la delegación checa en Bruselas como negativos.
Algunos comentaristas acusan a la República Checa de un escepticismo exagerado y plantean la pregunta de qué es lo más importante en este caso: los ideales de una Europa unida o el dinero. Subrayan además, que el dinero no es el único aporte positivo de la entrada del país a la Unión. El retorno de la República Checa a la comunidad europea debería contribuir también a que la sociedad checa cambiara su modo pensar y se liberara para siempre de los residuos del comunismo.