Bisutería checa busca una salida a la crisis
El último bastión de los productores europeos de bisutería, que resiste en la región de Jablonec, en Bohemia del Norte, tiene problemas. Después de cuatro años de un boom de ventas, la industria de bisutería checa entra en un período de crisis, el peor en los últimos cuarenta años, según estiman los expertos.
"El volumen de ventas de nuestra empresa disminuyó en comparación con los años anteriores considerablemente. Nuestra producción bajó con respeto al año pasado de un 50 por ciento."
El sector de la industria de bisutería en la República Checa emplea en la actualidad a unas 12 mil personas. Analistas de la Oficina de Desempleo del distrito de Jablonec nad Nisou, en el que se concentra la mayoría de la producción de bisutería, estiman que de aquí a finales de año los fabricantes tendrán que despedir a más de 500 empleados. Dado que se trata de una profesión especializada, para la mayoría de estas personas no resultará nada fácil encontrar un nuevo empleo.
Las razones de la crisis actual son varias, explicó a Radio Praga Jaroslav Hons de la compañía Strass.
"El primer descenso de ventas lo registramos después del 11 de septiembre del año pasado. Pero ello no se hizo todavía tan palpable. Una considerable parte de nuestros clientes la perdimos desde que empezó a fortalecer la corona. Los clientes empezaron a decirnos que debido a la actual cotización de la moneda checa nuestros productos resultaban demasiado caros para ellos. Luego está la cuestión de la moda. La bisutería ha experimentado en general un declive. Y otra de las causas es la cada vez más fuerte competencia de los países asiáticos".
La compañía Strass de Jablonec nad Nisou produce la clásica bisutería "strass", a la que el resto de Europa ya ha renunciado. Se trata de bisutería compuesta de piedras talladas a máquina. Las piedras brillantes se alojan en piezas de metal que se unen mediante soldadura y posteriormente se ajustan galvánicamente para adquirir diferentes tonos de colores. En la galvanización básica se utiliza la plata y el oro. El mercado demanda últimamente asimismo la denominada galvanización antigua en la que se utilizan plata, oro y bronce antiguos.
La mayoría de la producción de la empresa Strass se orienta a los mercados exteriores.
"Exportamos nuestros productos a todo el mundo, prácticamente a todos los continentes incluyendo Australia, y en Asia, por ejemplo, a Japón. El mayor porcentaje de nuestras exportaciones se dirige a Europa, Alemania, Italia, Gran Bretaña y España. A España le vendemos sobre todo la clásica bisutería "strass", de cristal, plata ... pero a veces también pedrería de colores. Una parte de nuestros productos se dirige a América del Norte. En el pasado exportamos asimismo a América del Sur, sobre todo al Brasil. Se trataba de artículos destinados a los carnavales, como coronas, diademas, etc., pero la demanda disminuyó notablemente. Ahora, esos antiguos clientes compran probablemente mercancía procedente del mercado chino".
De toda Europa la gran producción de bisutería se ha mantenido sólo en la República Checa. Los productores eurooccidentales sufrieron grandes pérdidas durante la crisis mundial de demanda hace cinco años. Primero empezaron a quebrar las fábricas en Gran Bretaña, y siguieron las empresas del sector en Francia y Alemania.
A pesar de todos los indicadores negativos, la bisutería checa puede salvarse. "Una de las salidas a la crisis consistiría en penetrar con los productos de bisutería en los comercios de lujo y en ofrecer un servicio perfecto al cliente", está convencida de ello, por ejemplo, la directora del Museo de Cristal y Bisutería, de Jablonec nad Nisou, Jaroslava Slabá.