El castillo gótico de Kunetická Hora
En esta edición visitaremos el castillo gótico de Kunetická Hora, situado cerca de la ciudad de Pardubice, a unos cincuenta kilómetros al este de la capital checa.
A principios de este año, Kunetická Hora fue incluido en la lista del Patrimonio Nacional protegido por el Estado. En la actualidad alberga la exposición "Crimen y castigo en la historia checa", dedicada a la evolución del sistema judicial en las tierras checas desde el Medioevo.
Cuándo fue fundado el castillo de Kunetická Hora, esto no se sabe a ciencia cierta. Su actual administrador, Milos Jirousek, explica que hasta hoy en día se realizan exploraciones arqueológicas con el fin de aclarar el origen del castillo. Se supone que había una fortaleza en el lugar del castillo ya en la primera mitad del siglo catorce.
"La primera mención escrita data de la primera mitad del siglo quince, cuando ocupaba el castillo el capitán de las tropas husitas, Divis Borek de Miletínek. El período más importante tanto para Kunetická Hora como para toda la región de Pardubice empezó en 1491 cuando lo compró Vilém de Pernstejn. Él y sus descendientes reconstruyeron la fortaleza en estilo gótico tardío en el que se notaban ya los primeros elementos de la arquitectura renacentista".Milos Jirousek sostiene que lo más impresionante en el castillo fue su ingenioso sistema de fortificación.
"Si hoy los visitantes suben hacia el castillo, situado en una colina a 82 metros sobre el nivel del mar, podrán ver los restos de este sistema. Pasarán por seis puertas. Cada una formaba parte de un cinturón de murallas difícil de tomar, con numerosos fosos secos, plataformas y torres. Dicho sistema de fortificación culminaba arriba con tres grandes bastiones. Desgraciadamente, en las postrimerías del siglo XIX se abrió en Kunetická Hora una cantera y las piedras de la fortificación fueron utilizadas como material de construcción".
Los Pernstejn construyeron también un semejante sistema de fortificación en la cercana ciudad de Pardubice que gracias a ello resistió en 1645, durante la Guerra de los Treinta Años, al duro sitio de las tropas suecas bajo el mando del general Linhart Torstenson.
Milos Jirousek señala que Kunetická Hora no tuvo tanta suerte. En 1645 ya estaba prácticamente abandonado por sus propietarios, siendo vigilado solamente por una reducida guarnición que no logró defenderlo frente a la enorme superioridad de los suecos.
Pese a ello, el castillo resistió varias semanas. Después de conquistarlo y ver que había resistido solamente con veinte soldados, el general Torstenson se enfadó tanto que mandó quemarlo.El administrador de Kunetická Hora, Milos Jirousek, explica que el auge del castillo está vinculado con Vilém y sus hijos Vojtech y Jan, procedentes de la familia noble de los Pernstejn, influyente sobre todo en el siglo quince y principios del XVI.
"En la región de Pardubice adquirieron vastas propiedades, inmuebles, bosques y tierras, que gestionaban muy bien. Lograron además muchos éxitos en el campo financiero, sector de la economía que empezó a desarrollarse precisamente en las postrimerías del siglo quince. Se inscribieron en la historia checa como fundadores de estanques. En Bohemia Oriental construyeron una red de 200 estanques y canales, algunos de ellos sirven hasta el presente. Su palabra pesó también en la política, en la corte real de Praga ocupaban el cargo de intendente".
Sin embargo, los descendientes de Vojtech y Jan no heredaron el espíritu empresarial y las grandes deudas que habían acumulado, les obligaron a vender Kunetická Hora en 1560.
¿Cuáles fue el destino del castillo después?
"Desde entonces, el castillo cambió varias veces de dueño, ninguno de ellos, no obstante, residía allí. Hasta 1645 lo vigiló una guarnición, pero el saqueo de las tropas suecas redujo Kunetická Hora a ruinas. El desastre culminó en la segunda mitad del siglo XIX, cuando su entonces propietario, el industrial austríaco, Richard Dracher, descubrió que el castillo, sobre todo sus fortificaciones, eran una rica fuente del material de construcción y abrió a sus pies una cantera".Milos Jirousek agrega que dentro de varias décadas de la intensa extracción parecía que tanto el castillo como toda la colina desaparecían. Por ello salieron en su defensa varias asociaciones locales que consiguieron parar la extracción en 1916. Dos años más tarde Kunetická Hora pasó a manos del Círculo del Museo de Pardubice que en los años veinte y treinta realizó amplias renovaciones.
"Desde enero del año en curso, el castillo de Kunetická Hora figura en la lista del Patrimonio Nacional, recibiendo donaciones del Ministerio de Cultura para las reparaciones. Las razones por las que el castillo fue incluido entre los monumentos nacionales son varias. Primero, es un ejemplo ilustre de la arquitectura gótica tardía con rasgos renacentistas, segundo, destaca por su sistema de fortificaciones, y tercero, es excepcional también desde el punto de vista geológico".
Milos Jirousek puntualiza que la tierra de la región de Pardubice es formada por grava y arena, mientras que la colina en la que se levanta Kunetická Hora es de fonolita. Se trata de una roca eruptiva surgida en la formación terciaria que con el pasar de los siglos erosionó hasta adquirir la forma que tiene hoy en día.
En Kunetická Hora fue instalada recientemente la exposición "Crimen y castigo en la historia checa", informa su administrador, Milos Jirousek."En la exposición se pueden ver, por supuesto, instrumentos utilizados en la tortura o la reconstrucción de una sala de interrogatorios. Pero su principal objetivo es enseñar la faceta más positiva de los sistemas judiciales que existían en el territorio checo desde la prehistoria hasta el siglo XVIII. Espero que la muestra logre convencer al visitante de que además de las crueldades que acompañaban a la tortura, cada época y cada sociedad tenía sus propias instancias judiciales, así como las leyes y los códigos que respetaba".
Milos Jirousek subraya que con ello han querido refutar la idea que muchos tienen sobre el pasado y en primer lugar sobre el Medioevo: de que era el período de una violencia sin límites y sin Derecho.
En los siglos XVIII y XIX, es decir, durante el Renacimiento Nacional, Kunetická Hora se convirtió en el destino preferido de las excursiones organizadas por agrupaciones de patriotas checos.En una participó Magdalena Dobromila Rettigová, una excelente cocinera y escritora que ganó la inmortalidad gracias a su Libro de Cocina editado en 1826. Con motivo de dicha excursión a Kunetická Hora, Rettigová preparó unas rosquillas especiales que hasta el presente están incluidas en los libros de cocina checos como "Rosquillas Kunetické". Los interesados pueden ahora apuntar su receta:
Preparamos setenta gramos de mantequilla, tres yemas, seis cucharadas de nata líquida dulce, una cucharada de levadura, una de azúcar y unos treinta gramos de harina. Lo amasamos y añadimos una cáscara batida de limón y un poco de nuez moscada y sal. Cuando el amasijo esponje, formamos, en un alisador regado por harina, rosquillas pequenas que untamos con la batida de huevo. Las ponemos en una chapa untada con mantequilla y las cocimos al horno.
Magdalena Dobromila Rettigová apunta que muy buenas son las "Rosquillas Kunetické" cuando se mojan en café. Les deseamos un buen provecho, estimados oyentes.