El castillo de Kunětická Hora guarda un tesoro de monjes traicionados

Kunětická Hora, foto: CzechTourism

Oro, plata y piedras preciosas es lo que esconde el monte de Kunětice (Kunětická Hora), que se alza encima de la ciudad de Pardubice, en Bohemia del Este. Se trata de un tesoro, que fue confiscado por fraude a los monjes benedictinos de Opatovice.

Kunětická Hora,  foto: CzechTourism
En la cima del monte de Kunětice se yergue el castillo gótico de Kunětická hora del siglo XIV, llamado por la gente local también como Kuñka.

Su subterráneo está entretejido con una compleja red de corredores. Uno de ellos lleva supuestamente hasta la cercana ciudad de Pardubice. No obstante, bajar al subsuelo del castillo no resulta fácil. Según reza la leyenda, la roca se abre solamente una vez al año. Los que alcanzan a entrar, quedan deslumbrados por sus techos decorados con oro y piedras preciosas.

No obstante, si los visitantes se dejan llevar con este lujo más de una hora, tendrán que pasar un año en compañía de los fantasmas de los monjes benedictinos, que buscan su tesoro confiscado, explica el administrador del castillo, Miloš Jiroušek.

“Cuando se sentían amenazados durante las guerras husitas, mandaron guardar sus objetos de valor en el castillo de Kunětická hora. Para protegerlos, los enviaron allí en unos barriles de madera, haciéndolos pasar por un vino exquisito”.

Un “vino” muy valioso

Miloš Jiroušek,  foto: Šárka Kuchtová,  ČRo
El propietario de Kunětická Hora guardó este vino excepcional en unos profundos sótanos, situados debajo de la torre principal. Una noche de fiesta, cuando la cerveza y el vino corrían por los pisos, al propietario del castillo le entró la curiosidad por el sabor del vino tan apreciado por los monjes benedictinos. Fue inmensa su sorpresa tras abril los barriles. El dueño del castillo ordenó a sus sirvientes que vaciaran su contenido, escondieran el tesoro y los llenaran de vino.

”Les devolví lo que habían escondido”

Cuando los husitas se alejaron de la región de Pardubice, los monjes benedictinos regresaron a Kunětická hora a buscar sus pertenencias. El propietario del castillo respondió a sus reclamaciones que les había devuelto lo que le dijeron haber guardado. El año 1421 puso fin a las disputas. Entonces los husitas arrasaron tanto el Monasterio de Opatovice como el castillo de Kunětická Hora.

Kunětická Hora,  foto: Barbora Kmentová
En los últimos años se realizaron en el castillo varias investigaciones arqueológicas, pero aún sin dar a luz lo más esperado, apunta Jiroušek.

“Como el tesoro de los monjes benedictinos aún no se ha encontrado, en teoría es posible que Kunětická Hora siga guardándolo”.

Si quieren emprender la busca de dicho tesoro, es el mejor tiempo. El castillo de Kunětická hora acaba de abrir sus puertas después del invierno.

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