Las actuaciones de la policía no fueron impecables
Las actuaciones de la policía checa contra los manifestantes que protestaran la semana pasada en Praga contra la política del FMI y del Banco Mundial no fueron del todo impecables. Los detenidos declaran que fueron maltratados e insultados.
"Me golpearon con una cachiporra y dieron varios puntapiés.Los extranjeros fueron tratados todavía peor.En los pasillos se veían charcos de sangre, se oían gritos y llanto." Así describe la situación en una de las comisarías praguenses un joven checo de veinte años, detenido por la policía el martes 26 de septiembre. El joven pasó detenido en la comisaría toda la noche sin que fuera informado de la causa de su detención.
El relator gubernamental para los derechos humanos, Petr Uhl, condenó la violencia policial en las comisarías y prometió que intentaría imponer un mayor control de sus actuaciones.Además de ser controladas por el Ministerio del Interior, las actuaciones de la policía serían supervisadas por la fiscalía y por la propia opinión pública a través de las llamadas Patrullas Ciudadanas de Supervisión Jurídica. Dichas Patrullas Ciudadanas, que ya habían monitoreado el comportamiento de los policías durante sus intervenciones contra los manifestantes antiglobalización, acaban de presentar una querella contra los agentes de la comisaría sita en la capitalina calle Ocelárská por los malos tratos infligidos a los manifestantes detenidos.Entretanto, los representantes de la policía rechazan las quejas relativas al comportamiento de sus hombres.
El comentarista Bohumil Dolezal señala en el diario Lidové Noviny que la actuación de la policía debe ser analizada sin acusaciones histéricas. La inexperta y no muy bien equipada policía checa fue expuesta a una dura prueba.Los aguerridos militantes italianos de la organización YA BASTA, equipados para las peleas callejeras, experimentaron un sincero asombro al constatar que en varios puntos de Praga les hacían frente destacamentos policiales armados tan sólo con cachiporras y máscaras antigás.