Corrupción en Latinoamérica es comparable a la de Europa Central y del Este.
Los índices de corrupción de algunos países latinoamericanos son comparables con los de Europa Central y del Este. El experto en casos de corrupción del Banco Mundial, Daniel Kaufmann, que participa en Praga en la Conferencia Internacional Anti Corrupción, se refirió a este tema en una conversación con esta emisora.
"Si se habla de promedios, aunque los promedios siempre ocultan información muy rica, las economías en transición de toda esta región, incluyendo la Unión Soviética, tienen un desafío tan grande en cuanto a corrupción como Latinoamérica... insisto, como promedio. Pero si después se empieza a mirar país por país, es decir, países como Ucrania, las repúblicas de la ex Unión Soviética, estos tienen un desafío y una problemática mucho mayor, en lo que a corrupción se refiere, que los países de Europa Central y del Este como Polonia, Hungría o la República Checa. Estos se comparan con los países de América Latina que no están tan mal; Chile, en términos generales, se sale quizá de la media... sale "un poco mejor" que las economías de Europa Oriental, pero cuando se analizan otros países latinoamericanos se ve que son comparables con esa región. Las peores de América Latina se pueden comparar con países como Ucrania o Rusia y otras naciones de la extinta Unión Soviética".
Usted hablaba de desafío hace un momento. ¿Cuál sería el gran desafío de quienes luchan por erradicar la corrupción en el mundo?
"El gran desafío es lograr, en primer lugar, trabajar con la nueva generación de líderes democráticos y jóvenes que también quieran luchar contra la corrupción, porque la voluntad política y el liderazgo desde arriba es sumamente importante; la sociedad civil ha sido también sumamente importante, pero sola no lo podría hacer: tiene que haber un esfuerzo más ambicioso de trabajar con los líderes y de que los líderes se comprometan. Lo vemos ahora, por ejemplo, con el nuevo presidente de Bolivia. En segundo lugar, otro aspecto en el que no se ha enfatizado lo suficiente es la participación del sector privado. Las firmas privadas y las transnacionales van a ser muy importantes para definir si habrá más o menos corrupción. Hoy ese sector está dividido; hay muchas multinacionales que se comportan muy mal en el extranjero y son parte del problema en cuanto a corrupción, no son parte de la solución y otras que están tratando de ser un ejemplo para mejorar la gobernabilidad y superar la corrupción. Cómo trabajar con aquellas que representan un ejemplo, cómo expandir ese trabajo e incentivar al sector privado, pagándoles bien el hecho de ser honestos y transparentes, de lo que ya se han comenzado a dar cuenta algunas empresas, esos son otros de nuestros grandes desafíos".