Zákupy
Esta vez les invitamos a visitar el palacio de Zákupy, a unos 120 kilómetros al norte de Praga.
Bajamos del tren en la estación de Zákupy y nos acercamos rápidamente al mapa instalado en una valla para confirmar si los montes que se ven en el norte son, efectivamente, las fronterizas Sierras de Lusacia y de Jizera. Es así, estamos a unos 30 kilómetros de las fronteras con Alemania y Polonia...
Y de las informaciones que podemos leer en la valla en checo, alemán y polaco se desprende que a la comarca de Zákupy, de 32 kilómetros cuadrados, tan distante de las grandes urbes, también llegaron en las pasadas centurias ecos de la Historia escrita e inscrita con mayúscula.
Estamos pisando las tierras de un antiguo ducado que en el siglo 19 perteneció al Aguilucho, hijo de Napoleón y nieto del emperador austríaco Francisco I.
Mientras caminamos de la estación rumbo a la pequeña ciudad de Zákupy para visitar su palacio, intentamos repasar lo que sabemos sobre este asunto...
La madre del Aguilucho, María Luisa, hija del emperador Francisco I de Habsburgo, se casó por poder con el emperador Napoleón en marzo de 1810. Desde la fracasada expedición a Rusia, en 1812, la fortuna había empezado a volverle la espalda al emperador de los franceses. Austria acabó por aliarse con Rusia contra Napoleón y en 1814 las tropas aliadas ocuparon París. Napoleón abdicó y fue desterrado a Elba.
El influyente canciller Metternich decidió que María Luisa, esposa de Napoleón e hija del emperador austríaco Francisco I, regresara a la corte de Viena con su hijo el Aguilucho, nacido en 1811. El congreso de Viena que deliberó hasta junio de 1815 sobre el ordenamiento de Europa tras la derrota de Napoleón, otorgó al Aguilucho el título de duque de Zákupy...
Antes de entrar en el palacio de Zákupy pasamos sobre un foso, resto de las antiguas fortificaciones anteriores al palacio, donde se bañan en una piscina dos osos, gran atracción para los turistas.
En el lugar donde hoy se alza el palacio de Zákupy se erguía en el siglo 14 un fuerte gótico, remplazado en el siglo 16 por un monumental palacio renacentista.
Hacia 1680 fue iniciada la reconstrucción del palacio en estilo barroco y fundado el parque palaciego con terrazas, nichos y cascadas, decoradas con cariátides.
La Historia con mayúscula irrumpe en Zákupy siendo propietaria del palacio Ana María Francisca de Sajonia- Lauenburg quien contrae matrimonio con el gran duque de Toscana, Juan Gastón III, último descendiente de la célebre familia Médici. Pero el gran duque no puede acostumbrarse al clima nórdico y en la sede campestre de Zákupy se aburre de tal modo que al cabo de tres años se separa de su esposa y regresa a Italia.
La heredera de la pareja separada, María Ana Carolina, que es dueña de Zákupy desde 1741, se casa con el duque Fernando de Baviera, pero pronto enviuda. Por su parentezco con el elector bávaro, Carlos Alberto, que pretende el trono austríaco y cuestiona la legitimidad de la ley sálica que permitió la gobernación de la emperatriz María Teresa, la dueña de Zákupy es desterrada y el feudo pasa a ser administrado por una comisión gubernamental.
Para que se olvidara el origen del Aguilucho, hijo de Napoleón pero también nieto del emperador austríaco, a instancias del príncipe Metternich fue otorgado al niño en 1815 el título de duque de Zákupy. El hijo de Napoleón, educado en la corte de Viena, jamás visitó su ducado de Zákupy. Falleció en 1832, a la edad de 21 años.
En 1849 empezó una nueva etapa del palacio de Zákupy al convertirse en propiedad del ex emperador austríaco Fernando I, quien en diciembre de 1848 había abdicado en su sobrino Francisco José I.
El monarca que había conservado el título de rey checo como Fernando V el Bueno, se instaló en el Castillo de Praga y Zákupy se convirtió en su sede estival, lo que conllevó a una febril remodelación del palacio.
En los interiores de Zákupy dejó muestras de su maestría el pintor y diseñador checo Josef Navrátil, quien en el llamado estilo segundo rococó decoró los aposentos del emperador y de la emperatriz. Además de la ornamentación de los techos con hojas de acanto, festones y máscaras, Josef Navrátil pintó también magníficos medallones con naturalezas muertas, retratos de célebres artistas, escenas históricas, paisajes mediterránicos - la ex emperatriz María Ana era italiana- y ramos de flores.
El pintor utilizó ciertas artimañas ilusionistas. En el salón de la ex emperatriz, la guía nos recomendó mirar los ojos del caballo del medallón que representa el encuentro de Alejandro con Roxana.Desde qualquier lugar del salón que lo mirásemos, el animal parecía seguirnos con la mirada.
Al recorrer las salas del palacio de Zákupy, nos sentimos fascinados por el ascensor personal del ex emperador Fernando, suministrado por la empresa Ringhoffer, de Praga, con su interior tapizado y acolchonado. La guía nos explicó que esta lujosa reliquia subía y bajaba en los tiempos de D. Fernando gracias a dos hombres fuertes que la accionaban con ayuda de una especie de cabrestante, instalado en el desván.
Y confiesa, Eva, que a ti te fascinó especialmente el retrete portátil con la forma de un mullido sillón tapizado con cuero negro que servía también como bidé y que hemos visto en la sala de aseo.
Y también me ha llamado la atención el hecho de que la pareja imperial, que no tenía hijos, mandara hacer al lado de su dormitorio una habitación para niños. En su interior vimos un diminuto trineo, un caballo-sillón de madera de grandes dimensiones, muñecas de porcelana y de cera, vajilla -juguetes...
Me hice la pregunta de si no era el ex emperador quien jugaba con el caballo y las muñecas. Los rumores que corrían sobre sus problemas mentales justifican, en cierta manera, esta pregunta.
No sé si es del todo justo tu comentario,....Acabo de leer un estudio sobre los Habsburgo de un historiador austríaco y éste arfirma que a Fernando I- como rey checo era Fernando V- no le faltaron capacidades para gestionar perfectamente sus propiedades en Bohemia, cuyos beneficios anuales alcanzaban los dos millones de florines.
Los turistas pueden visitar también la capilla del palacio de Zákupy, consagrada a S.Francisco de Asís, ante cuyo altar mayor de mármol de Carrara se dieron el SÍ, el 1 de Julio de 1900, el príncipe heredero de la Casa de Habsburgo, el archiduque Francisco Fernando d´Este y la condesa Sofía Chotková. A la boda no asistió ninguno de los Habsburgo ya que el enlace del archiduque con una mujer de rango inferior, es decir, morganático, fue rechazado por la corte de Viena.
En el verano de 1914 esta pareja sería asesinada en Sarajevo por el estudiante serbio Gavrilo Princip y los disparos en la capital de Bosnia- Herzegovina encenderían la primera gran conflagración mundial.
En la Primera Gran Guerra se desmoronó el imperio austro-húngaro y sobre sus escombros surgió la Checoslovaquia independiente. Zákupy, como todas las posesiones de los Habsburgo en las tierras checas, se convirtió en propiedad del Estado, estatuto que ha conservado hasta hoy. Este interesante palacio donde pueden conocer íntimamente la vida de los Habsburgo, les espera, amigos.