Lemberk y Jablonné: Por las tierras de santa Zdislava
Esta vez visitaremos el castillo de Lemberk y la pequeña ciudad de Jablonné, dos lugares de Bohemia del Norte, estrechamente vinculados con la vida de santa Zdislava,patrona de la familia, venerada durante siglos por su misericordia y extraordinarias dotes para curar enfermos.
Bajamos del tren en la estación de Lvová cuyo nombre podemos traducir como "Tierra de la Leona"...
La leona era el animal heráldico del linaje de los Markvartic y nosotros estamos en las tierras que les pertenecían en el siglo 13. Un noble de esta familia, Havel de Markvartice, esposo de santa Zdislava, mandó construir hacia 1240 el castillo de Lemberk al que nos dirigimos subiendo por una empinada senda entre árboles.
A lo largo de los siglos, el castillo gótico de Havel de Markvartice sufrió varias remodelaciones. En el siglo 16 fue remodelado en estilo renacentista y en el siglo 17, adquirió el aspecto barroco que ha conservado hasta hoy en día.
La época renacentista ha dejado en el castillo de Lemberk, por ejemplo, un primoroso techo artesonado, pintado con escenas de fábulas... ...y el barroco, una primorosa decoración con estucos italianos.
El nombre de Lemberk viene del alemán Lowenberg- Monte de Leona. El castillo se yergue en la cima de un cerro cubierto por un tupido bosque. En torno no se ven más que bosques y cerros. En el horizonte vemos al norte el macizo de la montaña de Jested y los fronterizos Montes de Lusacia. Estamos a 10 kilómetros de la frontera con Alemania...
Durante nuestra visita, el castillo de Lemberk era batido por un tempestuoso viento que aullaba en los aposentos. !Que cambio habrá sido para la señora Zdislava, oriunda de la soleada Moravia, al verse, después de contraer matrimonio con Havel de Markvartice, en estas agrestes tierras del Norte, todavía por colonizar!
Zdislava de Lemberk, nacida en Moravia hacia 1220, como hija de un hidalgo checo y de una dama de la corte de origen italiano, ayudó a civilizar las tierras norteñas.
En la Edad Media los conventos eran focos de irradiación de cultura. Zdislava fundó con su marido en la vecina ciudad de Jablonné un convento de dominicos, el templo conventual consagrado a S. Lorenzo y un hospital. En este aspecto, Zdislava puede ser comparada a santa Inés Premislita, hermana del rey Venceslao I.
La señora Zdislava que dio a su esposo cuatro hijos, sabía compaginar los cuidados de la familia con las actividades caritativas y la ayuda a los enfermos.
Al parecer, Zdislava era una sanadora extraordinariamente dotada. Curaba a paralíticos y leprosos, sanaba enfermedades de la vista, devolvía la salud mental. La leyenda dice que resucitó a cinco muertos lo que se interpeta como que curó a personas que ya estaban desahuciadas.
Al pie del castillo de Lemberk se encuentra la llamada Fuente de Zdislava cuya agua ella utilizaba para los tratamientos, sobre todo para la cura de las enfermedades de los ojos.
Conversamos en el lugar con un vecino de la cercana ciudad de Jablonné que acudió a la fuente con un montón de botellas de plástico para llenarlas con el agua curativa del manantial. Según nos contó, los análisis del agua revelaron que se trata de un manantial radiactivo.
Entretanto, llegaron otros vecinos y vecinas con carritos llenos de recipientes para coger agua de la fuente.Por si acaso, nos lavamos los ojos con agua milagrosa de la señora Zdislava, escuchando una animada conversación de los vecinos sobre los intentos de...!privatizar! el manantial de la santa...
No sería mal negocio porque a la basílica de S.Lorenzo y Sta.Zdislava, en Jablonné, donde Zdislava está sepultada, suelen dirigirse miles de peregrinos...
...pero sería una burla a la caritativa santa, símbolo de desinteresada ayuda.
De la fuente de Zdislava, al pie del castillo de Lemberk, nos dirigimos a Jablonné, distante un kilómetro, que debe sus fueros de ciudad a Havel de Markvartice, esposo de Zdislava. Desde lejos avistamos la cúpula del monumental templo donde se halla la tumba de la santa...
La construcción de esta majetuosa iglesia empezó en 1699 cuando el feudo de Jablonné pertenecía a la familia noble de los Berka de Dubá.Éstos, para dar más brillo y prestigio a su linaje, afirmaban que estaban emparentados con Zdislava de Lemberk, venerada por el pueblo como santa.
Los Berka de Dubá iniciaron la construcción del monumental templo de S. Lorenzo con la esperanza de que fuese pronto escenario de la canonización de Zdislava de Lemberk.
El templo, cuyo proyecto se debía al arquitecto vienés Juan Lucas Hildebrandt, fue consagrado en 1729, pero sin que Zdislava de Lemberk fuese beatificada o canonizada.
La Iglesia Católica no se apresuró. Zdislava de Lemberk sería beatificada tan sólo en 1907. Durante el procedimiento de la beatificación pudo verificarse que su culto se mantenía vivo entre la población de la comarca de Jablonné donde predominaban los habitantes de habla alemana.
Antes de la Primera Guerra Mundial que estallaría en 1914, Zdislava de Lemberk era más conocida entre alemanes que entre checos. Los creyentes de habla alemana en la región fronteriza veneraban a Zdislava por sus obras de caridad y ella era madre espiritual de ambas naciones que tan trágicamente llegarían a separarse en el siglo 20.
Zdislava de Lemberk fue canonizada tan sólo en mayo de 1995, como patrona de la familia. Desde entonces creció notablemente el flujo de los peregrinos que vienen a rezar ante las reliquias de la santa quien, a pesar de morir en 1252 cuando tenía apenas 33 años, nunca ha sido olvidada. Al lado del templo de Jablonné donde santa Zdislava está sepultada ondea ahora el estandarte del Sumo Pontífice ya que la iglesia obtuvo el estatuto de basílica papal.