Radioviajes - el castillo y el pueblo moravos Hukvaldy

El castillo de Hukvaldy, o mejor dicho sus ruinas, se yergue sobre una colina y se ve desde lejos.

Esta vez, amigos, les llevaremos a Moravia del Norte, al castillo y al pueblo de Hukvaldy, en el que naciera uno de los más destacados compositores checos de las postrimerías del siglo XIX: Leos Janácek.

La meta de nuestro viaje - Hukvaldy - se encuentra en una hermosa región montanosa en la que abundan los bosques y los prados y donde el aire es puro y la gente amable y sencilla....

Estas son las características de Moravia del Norte, región que limita con Polonia y de la que es muy fácil enamorarse...

Saliendo desde Praga por la autopista en dirección al este y, tras llegar a Brno, tomando la dirección hacia el norte, llegamos al lugar en unas cuatro horas. Claro está, esto si no se intenta rodar a la velocidad de los pilotos de Fórmula 1...

El pueblo de Hukvaldy se extiende al pie de la sierra de Beskydy, junto al riachuelo Ondrejnice, constituyendo una imaginaria puerta de acceso a esa hermosa sierra morava.

El castillo de Hukvaldy,  o mejor dicho sus ruinas,  se yergue sobre una colina y se ve desde lejos.

A su vez, el castillo medieval de Hukvaldy, o mejor dicho, las ruinas del castillo original, se yergue sobre una colina situada cerca de la aldea. Se ve desde muy lejos, recordando a los visitantes su famoso pasado cuando servía de atalaya y defensa de la zona. Hukvaldy es uno de los mayores castillos de Moravia. Según fuentes históricas, fue construido en el siglo XIII por orden del noble alemán, Arnold de Huckeswagen o de su hijo Franko y a lo largo de los cinco siglos posteriores ampliado y sometido a varias remodelaciones.

En propiedad de la familia de Huckeswagen el castillo y el senorío de Hukvaldy permanecieron sólo un par de años, siendo vendidos posteriormente al obispado de Olomouc. Con el correr de los años y los acontecimientos históricos, el castillo cambió de dueno varias veces, sirviendo a varias familias de hidalgos, pero finalmente volvió a ser recuperado por el obispado de Olomouc.

Las mayores obras se realizaron en el castillo de Hukvaldy a finales del siglo XV y a lo largo de todo el siglo XVI, cuando éste fue transformado en una gran fortaleza en la que se penetraba atravesando varias puertas que, a su vez, formaban todas parte del sistema de fortificación. La parte habitable del castillo fue remodelada con hermosas habitaciones en estilo renacentista. Un importante paso para alcanzar el autoabastecimiento del castillo de Hukvaldy fue en 1581 la excavación de un foso de agua de 150 metros de profundidad.

Parte interior de las ruinas del castillo de Hukvaldy

Lo cierto es que los enemigos nunca lograron apoderarse del castillo de Hukvaldy, aunque lo intentaron varias veces. Por ejemplo, durante la Guerra de los Treinta Años en Europa las fortificaciones del castillo se convirtieron en un obstáculo insuperable para varias huestes enemigas, contribuyendo al mantenimiento de la independencia del senorío local.

En el siglo XVIII los castillos fueron cediendo paso a los palacios y palacetes barrocos que resultaban más cómodos para la nobleza. Entonces también el castillo de Hukvaldy fue perdiendo su importancia. En 1762 un incendio destruyó el archivo del castillo que contenía valiosos documentos históricos y acabó también con todo lo que quedaba de la que fuera la mayor fortaleza medieval morava, transformándola en ruinas.

A pesar de estar convertido en ruinas, el castillo de Hukvaldy es hasta hoy visitado por muchos turistas. Estos admiran la maestría y la invención de nuestros antepasados al crear esa obra. También se interesan por las leyendas populares vinculadas con Hukvaldy....

Una de ellas por ejemplo, se refiere a los tiempos en que el castillo fue transformado en una fortaleza a la que había que penetrar por seis puertas. La leyenda cuenta que en cierta época, el dueno del castillo de Hukvaldy, un joven hidalgo, se enamoró de la hija del rosquillero del pueblo de Hukvaldy. El hidalgo se juntaba con la joven, lo que no gustaba nada al padre de la muchacha, porque temía por su futuro. La envió entonces a un monasterio y cuando el hidalgo fue a buscarla a su casa, el padre se negó a revelar dónde había ocultado a su hija. El hidalgo se enfureció y para castigar al padre de su amada, mandó que fuera emparedado en el portal de la cuarta puerta del castillo.

Los habitantes del lugar afirman que al anochecer, el pobre rosquillero suele aparecer hasta hoy en Hukvaldy, llamando desesperadamente a su hija y.... causando susto en los visitantes del castillo.

Finalizada nuestra visita al castillo de Hukvaldy, bajamos la colina y nos encontramos en la aldea del mismo nombre. Esta fue antano el centro administrativo del extenso senorío de los obispos de Olomouc, al que pertenecían seis ciudades y unas 30 aldeas. En el siglo XVI fue construida en el pueblo una fábrica de cerveza, donde la espumosa bebida tan popular en la República Checa, se coció hasta los años 60 del siglo XX. Hukvaldy conoció la mayor colonización en el siglo XVIII. De esos tiempos datan la iglesia de San Maxmiliano y el palacete local, sede veraniega de los obispos de Olomouc.

A pesar de ser un pueblo pequeno, en la República Checa el nombre de Hukvaldy es bastante conocido, porque el 3 de julio de 1854 nació en él uno de los mayores compositores checos de todos los tiempos, Leos Janácek, autor de las óperas Jenúfa y La Zorra Astuta, entre otras obras. En la música de Janácek se deja sentir el ambiente y el folclore de la región de Moravia del Norte, siendo sus obras muy melodiosas y rítmicas.

Y a pesar de que Janácek se marchó más tarde de su aldea natal, nunca la abandonó para siempre, regresando a ella en busca de inspiración para sus obras y también para refugiarse ante los sufrimientos que le deparó la vida. Ante el dolor que le causó la muerte de su hijo Vladimír, quien apenas vivió tres años, y más tarde también de su hija Olga que abandonó el mundo a los 21 años. En la casa natal de Janácek en Hukvaldy se encuentra actualmente un museo dedicado al compositor.

Hablando de Hukvaldy y de Janácek, cabe mencionar también el coto local creado en 1566 en las pendientes conducentes al castillo y que originalmente incluía unas 65 hectáreas de tierras. Hoy en día el coto se extiende sobre más de 450 hectáreas y constituye una valiosa reserva natural.

En el mismo hay zonas selváticas y áreas de bosques más accesibles, con pinos, robles, castanos silvestres y tilos. En él habitan manadas de muflones, gamos y ciervos. En una parte del coto, al pie del monte, fue construido un teatro al aire libre, donde todos los años en verano se celebra un festival musical en homenaje a Janácek.

Y aquí, junto a la estatua de la zorra que nos recuerda la ópera de Janácek, La Zorra Astuta, nos despedimos del castillo y de la aldea de Hukvaldy, situados en medio de la naturaleza virgen de Moravia del Norte.

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