No todo el arte callejero es arte
Las autoridades checas no han podido deshacerse de las actividades informales en las calles de Praga. En el centro de la ciudad permanecen músicos, mimos, malabaristas, o personas que por ejemplo ofrecen tomarse fotografías con serpientes.
Los turistas que visitan Praga pueden llevarse como recuerdo una fotografía con una pitón sobre los hombros. Dos hombres ofrecen este servicio en el centro de la ciudad. Según el Ayuntamiento de Praga, la Policía y la Administración Veterinaria, actividades de este tipo son ilegales. Sin embargo, las autoridades no han logrado desplazar a estos grupos del centro.
Las personas que pasan por el centro reaccionan de diferentes maneras a las serpientes. Algunos las evitan, otros las admiran. Hay personas que quieren sacarse fotografías con ellas, pero claro está que es a cambio de dinero.
“Cuando alguien pasa por la calle, los hombres intentan colocar la serpiente sobre sus hombros. Luego piden más o menos 8 euros por cada fotografía. Creo que a mucha gente le molesta, y no todos quieren pagar el dinero”.
Así describió la situación un viandante en la calle Celetná en el centro de Praga.
Los hombres que ofrecen las fotografías, un checo y un eslovaco, aseguran que las serpientes están sanas y que han sido sometidas a tratamiento veterinario.
“Si no estuvieran sanas, no estarían en la calle. Cada animal que está en la calle tiene que pasar por ciertos exámenes veterinarios”.Sin embargo, los hombres se negaron a decir con cuántas serpientes trabajaban. Ni siquiera respondieron a la pregunta de si habían tenido problemas con la Policía, o si tenían permiso para ganar dinero en la calle.
“Nosotros, como artistas de la calle, tenemos nuestros propios principios, y no los podemos revelar”.
… Las autoridades están de acuerdo en que esta actividad no se puede considerar como arte callejero, afirma la portavoz de la Policía de la Ciudad de Praga, Jiřina Ernestová.
“Esto no es arte callejero. Estos hombres están sujetos a la ley sobre la protección de animales contra la crueldad”.
La Oficina del Registro Mercantil puede imponer una multa de hasta 4000 euros por las actividades callejeras ilegales, aclara el vocero del Ayuntamiento de Praga, Tadeáš Provazník.
“Este servicio no está permitido en la ciudad. Todos los casos fueron violaciones de la ley. La mayoría se resolvió mediante una multa en el lugar. Otros casos tuvieron que ser resueltos mediante un procedimiento judicial”.
En el mes de septiembre la Policía recibió más de diez reclamaciones de los ciudadanos sobre actividades callejeras. Las personas estaban preocupadas por el posible abuso de animales, algunas tenían miedo por su propia seguridad.
A pesar de ser multados con regularidad, los “artistas” permanecen en el centro de la ciudad. La Policía dispone de instrumentos legales que permiten alejar a los “artistas” de la calle por tiempo limitado.