No terminar la liga podría traer problemas al fútbol checo
Si la mayoría de los clubes de fútbol checos no aceptan jugar la liga más allá del 30 de junio, la UEFA podría obstaculizar la presencia de estos equipos en las competiciones europeas de la próxima temporada.
La Asociación de la Liga de Fútbol, organización que dirige la liga de fútbol profesional de la República Checa, confirmó hace unas semanas que la liga se reanudará el 25 de mayo.
Sin embargo, esta vuelta a las pistas trae consigo un problema fundamental: parece imposible jugar todas las jornadas restantes en junio. Eso llevaría el fin del campeonato hasta julio, en cuyo caso sería necesaria la aprobación de más de la mitad de los equipos de primera y segunda división, con una votación separada para cada liga.
Según dijo a la Radio Checa el presidente de la Asociación de la Liga de Fútbol, Dušan Svoboda, hay optimismo respecto a conseguir el voto de los equipos.“Una vez que la liga se reanude, el 25 de mayo, no será posible jugar todos los partidos antes del 30 de junio, por lo que necesitaríamos la aprobación de más de la mitad de los equipos de primera y segunda división. Creo que vamos a obtener su apoyo y conseguir que la liga de este año se juegue”.
De no obtener el visto bueno de los clubes y tener que dar por finalizada la liga de forma anticipada, los quebraderos de cabeza podrían ser mucho mayores que los de prolongar la liga hasta julio.
En este sentido, Svoboda advirtió a los clubes que la UEFA, máximo organismo del fútbol europeo, no pone trabas a que se jueguen los partidos restantes de las competiciones nacionales. Si Chequia rechaza esa oportunidad, podría verse fuera de los campeonatos europeos la próxima temporada, indica el jefe de la liga checa.
Además, la Asociación de la Liga de Fútbol podría perder tres o cuatro millones de euros por motivos de patrocinios y acuerdos comerciales, lo que perjudicaría a los equipos de fútbol checos.
Dušan Svoboda asegura que cuando la liga comience de nuevo, se tendrán en cuenta ciertas medidas de higiene y se harán test de coronavirus regulares a jugadores y entrenadores. En su opinión, si se respetan estas normas, no debería haber problemas.
Desinfectar las instalaciones, la nueva tarea de los entrenadores de fitness
Desde la semana pasada, los checos pueden volver a entrenar en los centros de fitness. Aunque por ahora, las medidas de higiene son muy estrictas, sigue vigente la obligatoriedad de llevar mascarilla y hay un aforo limitado para que los clientes puedan mantener una distancia de dos metros. Tampoco se pueden utilizar los cambiadores ni las duchas. Los clientes tienen que venir totalmente equipados de casa.
Los dueños de estos establecimientos deportivos acogieron con alegría la medida, ya que han sufrido el impacto económico de estar cerrados durante más de un mes. No obstante, se puede decir que tienen el doble de trabajo. Sus obligaciones ahora van más allá de lo deportivo, como cuenta a la Radio Checa Jaroslav Sokol, dueño de un gimnasio.
“Nos encargamos de supervisar que todos los clientes tengan mascarilla y respeten la distancia de dos metros entre ellos. Por ejemplo, les pedimos que se pongan de acuerdo con antelación sobre quién va a usar cada máquina y cuánto tiempo, para que se mantenga la distancia”.Todas las máquinas y todos los utensilios deportivos deben desinfectarse después de cada uso. En algunos casos, los entrenadores tienen que pasar más tiempo limpiando que con sus labores habituales, bromea Jaroslav Sokol.
“En 30 años no había tenido el gimnasio tan desinfectado. Vamos por todo el gimnasio corriendo y limpiando, somos más desratizadores que entrenadores”.
Para algunos clientes es exagerado que mientras no se controla el número de personas en el transporte público, donde a veces es imposible guardar dos metros de distancia, se ponga tanto empeño en limitar este tipo de actividades. Aunque por el momento, todos intentan cumplir lo mejor posible con su parte a la espera de que el Gobierno vaya levantando poco a poco las restricciones.
En cualquier caso, parece que la prescripción de llevar mascarilla en sitios cerrados, incluidos los centros de fitness, tardará todavía en desaparecer de nuestro día a día.