Mirek Topolánek, un primer ministro en apuros

Mirek Topolánek, foto: CTK

El Gobierno de Mirek Topolánek atraviesa un momento difícil. El primer ministro trató de ayudar a un diputado sospechoso de malversación y la oposición presiona para convocar elecciones anticipadas.

Mirek Topolánek,  foto: CTK
La tregua política entre el oficialismo y la oposición se acabó. La presidencia checa de la Unión Europea debía haber representado un respiro para el Gobierno. Los partidos opositores habían declarado un alto el fuego a la contienda política, pero todo terminó.

El primer ministro Topolánek reconoció que intentó poner su mano protectora sobre el diputado tránsfuga Petr Wolf, sospechoso de malversación de subvenciones públicas, para evitar una “cacería de brujas” orquestada por los medios de comunicación.

Jiří Paroubek, líder de la socialdemocracia y mayor rival del primer ministro, exigirá el próximo martes una moción de censura contra el Gobierno.

La reacción de Mirek Topolánek no se hizo esperar. Anunció en la Cámara de diputados que tenía pruebas de que la socialdemocracia había manipulado de las elecciones presidenciales.

“Espero que, en caso de lo que yo solicite, me permitan presentar en una sesión a puertas cerradas de la Cámara de diputados las pruebas sobre la manipulación de las elecciones presidenciales del año pasado”, indicó el primer ministro.

De acuerdo con Topolánek durante las elecciones fue violado el derecho Constitucional y las elecciones fueron manipuladas por personas cercanas al Servicio de Inteligencia, vinculadas a su vez de cierta manera con los socialdemócratas.

De acuerdo con el diario Mladá Fronta Dnes todo parece indicar que el primer ministro ha lanzado una cortina de humo para distraer la atención hacia otro escándalo y ganar tiempo. Topolánek habla de manipulación, pero Václav Klaus ganó las elecciones y fue propuesto precisamente por él.

Según acota el diario, Topolánek necesita tiempo ya que el oficialismo no tiene asegurados todos los votos en la Cámara Baja para repeler la embestida de la oposición.

El fiel de la balanza lo representarán los diputados tránsfugas de los gubernamentales Partido Cívico Democrático y los Verdes, así como los del opositor Partido Socialdemócrata.