Ministros de RR.EE. del Grupo de Visegrád siguen en contra de las cuotas de inmigrantes
Los ministros de RR.EE. de los países del Grupo de Visegrád, Polonia, Hungría, Eslovaquia y Chequia, se dieron cita este lunes en Praga para debatir sobre la crisis migratoria y tratar de coordinar posiciones de cara a la cumbre de la Unión Europea del miércoles.
El ministro de RR.EE. checo, Lubomír Zaorálek, indicó que en la reunión no se esperaba encontrar una respuesta o solución definitiva a la crisis, pero explicó que el encuentro fue útil y necesario.
“El objetivo de la reunión fue conocer las diferentes posiciones y tratar de agilizar la reunión de ministros del Interior de este miércoles“.
Los países del Grupo de Visegrád mantienen una actitud de rechazo a la política de cuotas para la distribución de inmigrantes propuesta por Bruselas, ya que consideran que sus países son y seguirán siendo tierras de tránsito.
“Creo que es realmente importante lograr consenso para empezar a trabajar. Considero que sería positivo que se apruebe el principio de que los países por su propia cuenta decidan de manera voluntaria sobre la acogida de inmigrantes”.
Los países de Europa Oriental han sido criticados por Bruselas que les tilda de poco solidarios. No obstante, Praga insiste en que ha presentado propuestas concretas que no se han llevado a cabo por falta de dinamismo en la Unión Europea.“Una situación ideal se daría a partir de que se apliquen medidas concretas. La República Checa se ofreció para recibir a 1.500 inmigrantes, pero hasta el momento no pasa nada. En Italia y Grecia no funcionan los centros para el registro de inmigrantes. Ya es hora de que se haga algo”.
La situación en Europa Oriental es cada día más complicada, después de las vallas que levantó Hungría en las fronteras con Serbia y Croacia, ahora fue Eslovenia la que anunció la construcción de una barrera también en la frontera con Croacia para hacer frente a la masiva llegada de refugiados. En la reunión de los ministros del Interior se debatirá sobre el paquete de los 120.000 refugiados por distribuir.
A su vez el Parlamento de Hungría adoptó una medida que prevé el empleo del Ejército para defender la frontera sur. Los militares podrán usar armas no letales y métodos coercitivos, comprobar la identidad de los solicitantes de asilo y participar en el control fronterizo, así como bloquear carreteras o limitar el tráfico.