México ilustrado, funk balcánico y los Pink Floyd australianos

Como cada jueves, les proponemos algunas de las citas culturales de las que pueden disfrutar en los próximos siete días en la República Checa. Esta semana hemos elegido una exposición de dibujos y grabados mexicanos desde 1920 a 1950, trepidante música balcánica de última generación y el que se dice será el mayor homenaje hecho nunca a Pink Floyd.

El lunes 31 de enero en el ČEZ Arena de Ostrava y un día después en el Tesla Arena de Praga, The Australian Pink Floyd Show pasa por la República Checa recreando la grandeza de los conciertos de la banda británica original, de la que también viven estos músicos de las antípodas. Animaciones, rayos láser y toda clase de efectos especiales acompañan sus actuaciones, igual que lo hacían en los recordados espectáculos de los Pink Floyd genuinos. Pero también han introducido nuevas tecnologías impensables en los 70, como son los vídeos en 3D, que el público podrá disfrutar con las mismas gafas polarizadas que se usan en el cine. Un concierto para nostálgicos del grupo emblema del rock progresivo, sinfónico y psicodélico.


Cambiando de ámbito, en el Instituto Cervantes de Praga, el próximo miércoles 2 de febrero, se debatirá el papel de los dibujos y las imágenes en el México de las décadas posteriores a la Revolución.

La mesa redonda de expertos tratará el interesante mundo de las ilustraciones en ese momento histórico en el que el país redefinía su identidad cultural. Servirá además de prólogo a la exposición que se inaugura un día después con imágenes de, entre otros muchos, Diego Rivera, Dr. Atl, Leopoldo Méndez y Carlos Mérida. Mod. Pero si lo que están echando de menos es ritmo y un lugar para descargar adrenalina, escuchen.


Magnifico
Magnifico, y su grupo Turbolentza, mezclan funk, música balcánica, disco y electrónica con desenfado y humor. Todas las barreras caen con esta banda surgida en Eslovenia, en la que también pueden escucharse rifs de guitarra propios del surf, melodías western y sintetizadores ochenteros. Entre sus “gestas” y méritos diversos están el haber hecho estallar manifestaciones homófobas en la capital eslovena, Liubliana, con la canción con la que representó a Eurovisión en 2002 ‘Solo Amor’ y que interpretaban tres travestis. El cantante Magnifico también participó en la polémica y criticada película serbia ‘Porno Film’, que el año pasado levantó ampollas por festivales de toda Europa. Magnifico hacía de capo de la mafia, con harem de prostitutas ucranianas incluido. Sin duda, su concierto de este domingo día 30 en Palác Akropolis de Praga, será algo que no podrán olvidar.

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