Metelka, el enorme belén mecánico del siglo XIX que se puede ver en Liberec

Un particular belén mecánico del siglo XIX adornado con 260 figuras talladas en madera vuelve a amenizar el Adviento en el Museo de Bohemia del Norte, en Liberec, después de pasar por una extensa reconstrucción.

Foto: Eva Malá,  Český rozhlas

La tradición de instalar belenes fue introducida en el Reino de Bohemia por la Orden de los Jesuitas en el siglo XVI con el fin de acercar al pueblo la historia de Jesucristo. La tradición se volvió popular en el país entero y los pesebres se extendieron de las iglesias a los hogares. Su fabricación se convirtió en un pasatiempo para muchas personas que utilizaban todo tipo de materiales, desde papel, madera, paja, cristal, cerámica o incluso mazapán y pan de especias. Para dar más vida a las escenas bíblicas, empezaron a construirse también enormes nacimientos mecánicos con figuras móviles. Entre los pesebres de este tipo más singulares se encuentra el Belén de Metelka, que representa un ejemplo único del arte de los belenes de los Montes Gigantes y que desde 1994 se puede contemplar en el Museo de Bohemia del Norte, en la ciudad de Liberec, como explica el director de la institución, Jiří Křížek.

Jiří Křížek | Foto: Jaroslava Mannová,  Český rozhlas

“En el transcurso de los últimos 30 años, el belén de Metelka se ha convertido en una tradición navideña de esta localidad. Me dio mucha pena haber roto esta tradición durante 3 años por su reconstrucción. Por fin, el público puede volver a ver esta joya en movimiento”.

El pesebre original fue construido por Jakub Metelka, oriundo del municipio de Sklenařice, situado en Bohemia del Norte. Desde 1850, el artesano estuvo construyendo su obra maestra gradualmente durante treinta años, añadiendo una pieza tras otra hasta que el belén ocupara 18 m² de espacio en su casa. Su hijo Václav empezó a ayudar a su padre a ampliar el pesebre a una edad muy temprana y sustituyó las figuras originalmente recortadas de papel por otras talladas en madera.

Un nacimiento patriota

Foto: Lucie Fürstová,  Český rozhlas

En la actualidad, el belén mide 3,5 metros de ancho y cuenta con un total de 260 figuras de entre tres y 20 centímetros de altura, de las que una tercera parte son móviles, creando cerca de 350 tipos de movimiento. La obra retrata a la Sagrada Familia, figuras de ángeles acunando al niño Jesús en el establo, y al rey Herodes. Aparece también una ciudad con una "escuela judía" de escribas que asienten con la cabeza ante las predicciones de los profetas del Antiguo Testamento. Vemos también niños en un columpio y en un tiovivo. No falta un pastor conduciendo ovejas, leñadores cortando y talando troncos, vigilantes en las murallas y muchas más figuras más o menos típicas para un escenario bíblico, agrega Křížek.

Foto: Jaroslava Mannová,  Český rozhlas

“Mis figuras favoritas son los mineros que mueven la cabeza hacia abajo. O una figura en un trapecio que representa a un sokol, un miembro de asociación deportiva checa de ese nombre. Probablemente, es el único sokol del mundo que se haya infiltrado en un belén. La familia de los Metelka era muy patriota. Václav Metelka hizo un viaje a Italia donde vio cómo los italianos construían su Estado, y le resultó muy inspirador. También por este motivo las figuras de los sokol llevaban unas camisas tipo Garibaldi”.

El ambiente navideño es amenizado por diversos sonidos, que incluyen campanadas, bocinas y sirena de bomberos. Los ángeles alrededor de la cuna tocan con sus instrumentos un villancico, mientras que dos bandas de músicos introducen otras melodías navideñas. Por primera vez, los visitantes pueden ver incluso el trasfondo mecánico de esta pieza artística única, explica Jiří Křížek.

Foto: Lucie Fürstová,  Český rozhlas

“Vemos el corazón del pesebre conformado por correas, hilos y una polea de transmisión central. Originalmente, la obra funcionaba con una maquinaria de reloj, que después fue sustituida por un enorme motor eléctrico. Sin embargo, un motor de tantas dimensiones dañaba la madera, así que ahora cuenta con un pequeño motor eléctrico”.

Después de más de un siglo en marcha, las malas condiciones climáticas han afectado al aspecto de las figuras y el mecanismo de propulsión hecho de madera ha dejado de funcionar. La obra pasó por una extensa restauración en la ciudad de Třebechovice pod Orebem, que es la cuna de fabricación de pesebres checos. El costo de la renovación superó los 30.000 euros, prosigue el director.

“Primero pasó por una restauración completa. Los restauradores lo desmontaron totalmente, repararon las piezas mecánicas, desacidificaron las partes de papel, crearon nuevas estructuras de soporte y restauraron 200 figuras. Después colocamos el pesebre en un sarcófago de cristal que mantiene un clima estable. De hecho, dispone de un aire acondicionado incorporado, porque el belén cuenta con materiales naturales, como madera, papel y musgo. El personal controla los valores de temperatura y humedad. Tuve una disputa con un restaurador que recomendaba no poner el belén en marcha porque se dañaba. Yo me opuse, teniendo en cuenta que la restauración tuvo un costo tan elevado, además pagado de finanzas públicas”.

Foto: Ivana Bernáthová,  Český rozhlas

El público puede contribuir a la memoria histórica

Foto: Eva Malá,  Český rozhlas

En Bohemia del Norte existía una gran tradición de fabricación de pesebres, sobre todo de los recortados de papel. Su mayor auge se registró a mediados del siglo XIX.

“Después surgió la producción industrial, los pesebres se imprimían sobre cartón y esta tradición ha permanecido hasta nuestros días. Antes de eso, se elaboraban nacimientos realmente artísticos, de muy alta calidad, hechos a mano, que seguían reflejando aquella estética barroca inspirada en las iglesias”, señaló Křížek.

A lo largo de los siglos XVII y XVIII, la tradición de instalar pesebres en las iglesias se extendió por la región hasta surgir la idea incluso de abrir un museo de pesebres. Desafortunadamente, la iniciativa acabó frustrada por los acontecimientos históricos, apunta el director.

Foto: Lucie Fürstová,  Český rozhlas

“Se reservó un edificio para albergar el museo y se instaló una exhibición. No obstante, poco después estalló la Segunda Guerra Mundial y el museo acabó cerrado. Algunas piezas de la colección se encuentran hoy guardadas en nuestro depósito”.

El Museo de Bohemia del Norte invita al público a ampliar su colección. Junto a la entrada se encuentra una “caja de memoria” en forma de carrito de la compra en la que la gente puede dejar artefactos históricos que considere oportunos para ser conservados y exhibidos. Y no solo de belenes. Por ejemplo, en 2023, la institución albergará la exposición “Liberec, la industria del norte” y el director anima a que los visitantes enriquezcan la muestra con objetos al respecto que encuentren en sus casas.

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Autores: Dominika Bernáthová , Ivana Bernáthová
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