Médicos se oponen a la venta libre de fármacos
El Colegio de Médicos Checo quiere impedir la ampliación de la lista de fármacos que se venden sin receta médica. Los galenos insisten que, de ser aplicado el proyecto legislativo que el ministerio de Salud pretende introducir en enero del próximo año, pondrá en peligro la salud y la vida de muchos ciudadanos.
Kubek recalcó que la lista de medicamentos que se venderán sin receta médica, contiene muchos que podrían dañar la salud de los pacientes. El presidente del Colegio de Médicos insistió en que los cambios aportarán ganancias a las empresas farmacéuticas, en detrimento de la salud de la población. Según Kubek, los farmaceutas no tienen conocimientos suficientes para determinar el estado de salud de las personas.
“Entre los medicamentos que se prevé vender en las farmacias sin receta médica figuran algunos contra la alta presión, el colesterol, las enfermedades del hígado y también antiepilépticos. Son fármacos que surten efecto positivo al ser correctamente dosificados, pero venderlos sin recomendación médica significa poner en peligro la vida de los pacientes”, dijo Kubek.
El ministro de Salud, Tomáš Julínek, rechaza semejante argumentación y afirma que la mayoría de los países de la Unión Europea tiene experiencia positiva con la venta libre de medicamentos. Julínek señaló que la medida persigue simplificar la venta de los fármacos.“La cantidad de medicamentos que en la República Checa se conceden exclusivamente con receta médica es exagerada. La venta no será incontrolada, ya que los farmaceutas podrán pedir al paciente su documento de identificación. Además, la medida permitirá un mayor control de la venta de fármacos que pueden ser aprovechados por los drogadictos”, sostuvo Julínek.
Los farmacéuticos también rechazan la crítica de los galenos. Indican que las normativas que regulan la venta de medicamentos son tan estrictas que la salud de los pacientes no estará expuesta ni al más mínimo peligro. Según Michal Hojný, vicepresidente del Colegio de Farmaceutas, el nuevo proyecto ministerial permitirá que los checos dispongan del mismo derecho que tienen los ciudadanos de otros países de la Unión Europea en la adquisición de medicamentos. El farmacéutico no estará facultado para decidir sobre el tratamiento del enfermo, pero podrá venderle los medicamentos que antes le había recetado un especialista.