"Me gusta ser actor"

Jirí Bartoska (Foto: CTK)
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"Soy laborioso y vago a la vez", así se define Jiri Bartoska, uno de los populares actores checos que encarnó decenas de papeles teatrales, fílmicos y televisivos. Además, desde hace 13 años es director del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary.

Jirí Bartoska  (Foto: CTK)
Jiri Bartoska aparece en los medios de comunicación como director del Festival de Cine de Karlovy Vary, cargo que le obliga a trabajar entre montones de papeles y a asistir a un sinnúmero de eventos sociales, tareas que no son sus predilectas. Afirma que lo hace por amor al cine.

"Un festival de cine lo representan películas buenas, cada año nos esforzamos para que sean de las mejores a nivel mundial y a pesar de ello no todos se sienten contentos. Lo mismo sucede con las estrellas, que prometen venir y después no llegan. Digo todo esto con cierta dosis de humor porque sin él no se puede hacer un evento tan gigantesco como es el Festival de Cine de Karlovy Vary. Cuando finaliza, siempre me siento un tanto sorprendido de que todo haya salido bien".

Después de la caída del régimen totalitario en 1989, el festival estuvo a punto de desaparecer. Sin embargo, gracias al esfuerzo de Jiri Bartoska y de sus colaboradores resurgió como el Fénix de sus cenizas y ahora es un festival respetado a nivel europeo.

A pesar de que Jiri Bartoska dedica mucho tiempo al Festival de Cine de Karlovy Vary, su gran pasión es el teatro. "Es allí donde me siento en casa", asegura el actor que inició su carrera profesional por pura casualidad.

Jirí Bartoska y Libuse Safránková en la película "El tercer príncipe"
Siendo joven soñaba con ser historiador de arte. Pero no había logrado pasar los exámenes de ingreso, por lo que aceptó estudiar en la Academia de Artes Dramáticas en Brno. En esta ciudad morava se quedó varios años después de terminar sus estudios, gracias a un contrato en el teatro "Na provázku".

Más tarde actuó en diversos teatros de la República Checa hasta llegar a Praga, donde ganó fama en piezas como "Jacques, el fatalista", "Hamlet", "Macbeth", "Don Juan", y otros.

"En el teatro he vivido momentos mágicos. Me refiero a esa atmósfera de un contacto estrecho con el público, cuando el espectador y el actor respiran a un mismo ritmo y cuando los dos lloran o se ríen juntos", afirmó Bartoska. Agregó que sólo el teatro puede ofrecerle esos momentos de felicidad absoluta.

Son más de 70 los papeles fílmicos y televisivos de Jiri Bartoska, que desde hace muchos años es uno de los actores checos más populares. Su sonrisa agradable, el cabello negro y la figura esbelta le habían condenado por cierto tiempo a papeles de hidalgos y príncipes en diversos cuentos de hadas.

Sin embargo, con el tiempo llegaron los papeles dramáticos como el del violinista en la película de Matej Minac "All My Loved Ones" que narra la historia de una familia judía durante la Segunda Guerra Mundial. Por ese papel obtuvo el "León checo", premio de la Academia de Cine y Televisión.

Jiri Bartoska experimenta además con la producción. Participó, por ejemplo, en la producción del largometraje "All My Loved Ones", así como en el "Verano de San Martín".

A pesar de que después de la Revolución de Terciopelo de 1989 tuvo la oportunidad de entrar en la política, al igual que varios de sus colegas, lo rechazó. "Me gusta ser actor. No tengo otras ambiciones", insistió Jiri Bartoska.