Mascarillas checas contra el coronavirus

Foto: ČTK/Václav Šálek

La compañía checa Respilon ha presentado un nuevo diseño de mascarillas que tienen mayor efectividad en la prevención del coronavirus. Se espera que salgan a la venta en unos dos meses.

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Con la expansión del coronavirus de Wuhan, que ya se ha cobrado la vida de más de 200 personas y ha infectado a unas 10 000, la venta de mascarillas se ha disparado. En algunos puntos de venta de la República Checa han llegado incluso a agotarse.

El problema, como ya han advertido numerosos especialistas, es que las mascarillas no funcionan a la hora de proteger al portador de los virus que hay en el exterior. En este caso, lo más adecuado sería un respirador.

Partiendo de la fusión de ambas ideas, la compañía checa Respilon anunció esta semana que están preparando la fabricación de un diseño revolucionario de mascarillas. La noticia se la confirmó a Radio Praga Internacional el director de la empresa, Roman Zima, quien insistió en la diferencia básica entre mascarilla y respirador.

“Hay que diferenciar entre las mascarillas y los respiradores. Según los estándares, las mascarillas protegen los alrededores del portador, es decir, capturan los gérmenes que expulsa el portador y así no se expanden por la habitación, por ejemplo. Por otro lado, los respiradores son productos protectores que capturan partículas que vienen del exterior”.

Roman Zima,  foto: ČTK/Václav Šálek
Roman Zima señaló que lo que convierte a las mascarillas de Respilon en algo revolucionario es que sus fibras cuentan con nanopartículas de óxido de cobre que pueden eliminar al virus. Pero la idea principal es que la mascarilla cumpla una doble función y proteja tanto al portador como a la gente que hay alrededor, aunando las funciones básicas de mascarillas y respiradores.

“Este es un proyecto en el que colaboramos con socios israelíes, quienes tienen la patente para las nanopartículas de óxido de cobre que se implementan en las fibras. Nuestra misión es combinar el textil que tiene óxido de cobre con nanofibras. La capa de óxido de cobre de la máscara debería eliminar al virus inmediatamente al entrar en contacto”.

Aunque el número de infectados crece rápidamente, este novedoso producto no estará a la venta hasta dentro de seis u ocho semanas, ya que es el tiempo mínimo que se necesita para terminar su producción, añade Zima.

“Estamos trabajando para poder empezar la producción en dos semanas. Y podremos tener disponibles las máscaras en seis u ocho semanas, no antes, por desgracia”.

Desde Respilon se indica que una vez que estén disponibles, aparecerán inmediatamente en la página web de la empresa y podrán encargarse por un precio de entre 2 y 5 dólares, ya que desean que lleguen al mayor número de personas posible. Además, trabajarán con distribuidores internacionales para que se vendan en todo el mundo.

Foto: ČTK/Václav Šálek
“Se trata de una colaboración internacional, así que no queremos limitar nuestro mercado. Queremos trabajar con todos los distribuidores que puedan poner las máscaras en el mercado de forma que cualquier usuario en peligro pueda usarlas”.

Aunque el uso de estas mascarillas supondrá un gran avance en la prevención de infecciones, Roman Zima advierte que la protección de las vías respiratorias no es la única medida a tener en cuenta. La protección de los ojos y la desinfección de las manos son vitales, especialmente en zonas amenazadas por el virus.

“Los oyentes deben ser conscientes de que ni las mascarillas ni los respiradores, incluso con esta alta tecnología, ofrecen un 100 % de protección. También están los ojos, que son como una puerta a nuestro interior, así que en un caso de amenaza real se deberían usar también gafas protectoras. Y algo que es importante aplicar son las normas básicas de higiene”.

La compañía Respilon, que hace negocios por un valor de 2 millones de euros anuales, vendió en todo el año pasado unas 700 000 mascarillas. Sin embargo, solo en los últimos días ya ha recibido pedidos para 8.5 millones de mascarillas, algo que incluso supera su capacidad de producción.