Más de 2 000 niños checos se encuentran bajo amenaza de embargo
Más de 2 000 niños checos se encuentran amenazados con una orden de embargo debido a deudas impagadas. Una enmienda en el Código Civil busca proteger financieramente a los menores mientras los expertos alertan sobre cómo afecta esto a su desarrollo.
Órdenes de embargo sobre niños. A pesar de sonar surrealista es el caso y la realidad de más de 2 000 menores checos que se ven amenazados con este recurso por deudas impagadas a su nombre.
Este alarmante proceso se inicia cuando un menor contrae algún tipo de deuda por diversos motivos: desde cuotas hospitalarias o facturas telefónicas impagadas hasta multas de biblioteca. Tras esto, y una vez los padres se niegan u olvidan saldar la deuda, toda la responsabilidad recae sobre el menor. Además, el impago supone que la deuda aumente más y más debido a los intereses u otras sanciones.
La situación llevó a la introducción de una enmienda en el Código Civil, en vigor desde julio. Esta imposibilita que un menor de 15 años contraiga deudas y traslada cualquier responsabilidad sobre sus padres u otros tutores legales. Daniel Hůle, de la ONG People in Need, valora la iniciativa pero apunta que de poco sirve si esta no tiene carácter retroactivo.
“La enmienda efectiva desde el 1 de julio ciertamente ayudará en el futuro, porque especifica claramente las condiciones bajo las cuales pueden surgir embargos de menores. No obstante, no se ocupa de las deudas que ya se han originado”.
La dimensión económica resulta ya de por sí un grave problema para los jóvenes. Se enfrentan a deudas que, debido a su propia edad y condición, les resultan en la mayoría de los casos inasumibles. Pero más allá de esto, la gran preocupación es el efecto psicológico y emocional que puede generar el atravesar una situación como esta a una edad tan temprana.
La psicóloga Lenka Kollárová desarrolló estudios acerca del impacto de las deudas en los menores. Concluye que el impacto para su salud y desarrollo puede ser realmente grave. Desde episodios de depresión o ansiedad hasta un deterioro de las relaciones familiares son algunas de las previsibles consecuencias que señala la doctora.
“El impacto negativo del estrés financiero en la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes, especialmente los síntomas de depresión y ansiedad que coinciden con el aumento de los conflictos familiares, es un fenómeno relativamente conocido en psicología. Esto se debe a una pérdida del sentido de control y una persistente sensación de amenaza".
Kollárová no solo repara en la gravedad de esta situación sino que incluso afirma que, en muchos casos, puede tener consecuencias futuras. Por ejemplo, el endeudamiento de los menores puede provocar una progresiva ampliación de la brecha entre las familias ricas y acomodadas y las que provienen de un entorno socialmente desfavorecido. Además, un endeudamiento a largo plazo puede acabar afectando al paso a la vida adulta de los menores. Estos pueden verse “empujados” a trabajar en empleos precarios y desarrollar malas actitudes hacia el entorno laboral.
“La precariedad laboral es una condición desafiante, difícil y desagradable y, en última instancia, puede socavar las actitudes a largo plazo hacia el trabajo, porque estas personas sienten que no vale la pena trabajar”.
Los datos hablan de 2 252 niños y adolescentes menores de 18 años que se enfrentan a una orden de embargo por deudas impagadas, frente a los 3 500 de hace dos años. Por otro lado, casi 700 del total son escolares de 6 a 11 años, mientras que otros 700 pertenecen a la franja de 12 a 14. Alrededor de dos tercios de los niños adeudan menos de 100 euros, pero en los casos más extremos se registran incluso deudas cercanas a los 1000 euros.