Margita Kollarová: protagonista de la primavera de Praga de 1968
En agosto de 1968 las tropas del Pacto de Varsovia invadieron Checoslovaquia para poner fin a la intentona reformista conocida como Primavera de Praga. Ese mismo día, los principales dirigentes políticos fueron secuestrados y llevados a Moscú para que capitularan ante Leonid Brezhnev.
Entre el 23 y el 26 de agosto de 1968, los principales dirigentes checoslovacos, encabezados por Alexander Dubcek, mantuvieron negociaciones en el Kremlin sobre la situación en Checoslovaquia. Según Brezhnev, en Praga se respiraban aires de contrarrevolución y se veía amenazada la construcción del "socialismo desarrollado". Después de agitados debates, de varios días, y bajo una intensa presión psíquica, los dirigentes checoslovacos se vieron obligados a rendirse.
La antigua redactora de la Radiodifusión Checoslovaca, Margita Kollarová, se trasladó el 26 de agosto de 1968 al Castillo de Praga, sede presidencial, para grabar el discurso de Alexander Dubcek después de su viaje a Moscú.
"Comenzó a hablar. Se notaba que estaba sumamente agotado y emocionado. Trataba de explicar que la nación superaría la crítica situación. Exhortaba a la ciudadanía a mantener la calma. Cuando tocó el tema del transcurso de las conversaciones en Moscú, casi no pudo hablar. Se confundía y surgían pausas, Dubcek lloraba y no podía concentrarse".
En su discurso, el líder de la Primavera de Praga dijo que todos los que asistieron a las negociaciones en el Kremlin agradecían a los ciudadanos por su prudencia, sin la que sería imposible mantener la unión moral y política de la nación checoslovaca.
Después de la ocupación soviética, la intentona democrática fue reemplazada por la represión contra la oposición en lo que se conoció como "normalización" que puso fin a los intentos por poner un "rostro humano" al socialismo. En 1989 la "Revolución de terciopelo" puso fin a más de cuatro décadas de comunismo y la democracia volvió a florecer en la República Checa.