Los turistas checos descubren Madeira

El turismo checo en Madeira es cada vez más prometedor. Por ello la Central Nacional de Turismo de Portugal organizó este martes en Praga un seminario para atraer la atención de los checos sobre las bellezas de su isla.

Unos diez mil turistas checos cada año escogen a Madeira como lugar para sus vacaciones. El creciente interés lo confirma Kristina Kloudová, de Snail Travel, la única agencia de viajes checa especializada en Madeira.

"Cuando hace ocho años empezamos a ofertar Madeira, viajaron allí con nuestra agencia cuarenta checos al año. Ahora viajan con nosotros 120 personas cada semana. Los checos se interesan por Madeira porque les gusta caminar y la isla dispone de más de dos mil kilómetros de sendas".

"Madeira tiene el mar y las montañas, es para la gente que ama la naturaleza y busca el descanso", matiza la señora Kloudová.

Bruno Pereira, jefe de la Dirección Regional del Turismo en Madeira, explica a Radio Praga su experiencia con los turistas checos.

"Es un turista que se aloja en hoteles de tres o cuatro estrellas y para nosotros tiene un gasto medio muy bueno. Es un turista que se interesa por la cultura y la historia de Madeira, sobretodo por lo que tiene en común con la historia checa. El último emperador austro-húngaro, Carlos I, falleció en Madeira y está sepultado en la Iglesia de Nuestra Señora del Monte. Y el turista checo es un gran aficionado al senderismo. Aprecia en primer lugar la parte que se llama Levadas y que es ideal para caminar. Busca también deportes náuticos".

Kristina Kloudová añade que a Madeira viajan los checos que conocen el mundo y sobre todo las personas mayores.

"..porque en Madeira reina una primavera eterna, las temperaturas no son tan altas. Por ello prefieren la isla quienes tienen problemas cardíacos o respiratorios. A Madeira vuelan los clientes más adinerados. Vuelan allí todo el año, pero más en el invierno cuando las temperaturas oscilan entre 22 y 24 grados", explica Kristina Kloudová, de la agencia Snail Travel.