Los niños del 89 estaban desilusionados con el régimen
Una encuesta del año 1989 sobre la percepción de los niños del socialismo fue descubierta recientemente en los archivos comunistas. El estudio indica que les preocupaba la contaminación del medio ambiente y las malas relaciones interpersonales.
En la primavera de 1989, los comunistas de la región de Klatovy realizaron una encuesta inusual sobre la percepción de los niños del socialismo. Los resultados fueron tan impactantes que despertaron el interés de funcionarios de alto rango y posteriormente se publicaron en el diario comunista Rudé Právo.
Los documentos de la investigación fueron descubiertos recientemente por Lukáš Valeš, historiador de la Facultad de Derecho de la Universidad de Bohemia Occidental, en el archivo del Comité del Partido Comunista de Checoslovaquia en Klatovy.
En la encuesta participaron unos 300 alumnos de séptimo y octavo grado de diferentes escuelas primarias. La primera pregunta era qué les molestaba a los niños de la sociedad checoslovaca, explica Valeš.“En primer lugar les molestaba la contaminación del medio ambiente. Podemos ver que después de 30 años nada ha cambiado. También estaban preocupados por las malas relaciones entre las personas, el alcoholismo y la mala calidad de los productos. Muchos de los alumnos mencionaron la omisión del papel del Ejército estadounidense en la liberación de Checoslovaquia, un tema que para los comunistas era un gran tabú”.
La investigación fue lanzada en marzo de 1989 en reacción a la llamada “Semana de Palach”, una serie de manifestaciones en Praga a las que asistieron miles de jóvenes checoslovacos.
Casi la mitad de los encuestados dijo que se uniría a las protestas. Los comunistas no dudaron en identificar las fuentes de este comportamiento, dice Valeš.
“Según los comunistas, los principales culpables eran la propaganda extranjera y las llamadas ‘fuerzas antisocialistas’, sobre todo la música rock y punk. Criticaban las nuevas tendencias en la música. Su solución típica era endurecer la autorización de los conciertos, mientras que instaban a los jóvenes a que se centraran más en la política y promovieran la unión del Partido Comunista”.
No obstante, en ese entonces resultaba difícil cooperar con los jóvenes, ya que se negaban a unirse al Partido Comunista. Esto por supuesto inquietaba a los funcionarios, que realizaron un análisis de las causas de la resistencia, prosigue Valeš.
“De acuerdo con los funcionarios comunistas, los jóvenes no estaban preparados para unirse al Partido y tenían dificultades para orientarse en la situación política internacional y nacional. Otro factor que indicaron era la falta de confianza de los jóvenes en la reconstrucción del Estado”.
Los resultados de la investigación llegaron a las páginas del periódico comunista Rudé Právo, que el 10 de noviembre de 1989 publicó una entrevista con dos de los maestros que realizaron la encuesta. No se llevó a cabo ningún otro estudio de este tipo.