Los escolares checos no quieren vestir uniformes
En los últimos años se debate en la República Checa la posibilidad de introducir uniformes escolares. Hasta el presente los visten en este país sólo alumnos de escuelas extranjeras. Por un lado, no existe aquí la costumbre, por el otro, las vestimentas se convierten en un problema cada vez más serio.Las crecientes diferencias sociales entre los alumnos se reflejan en su forma de vestir y ese es el meollo del asunto. Los niños de familias adineradas se burlan de sus compañeros más pobres.
El año pasado el Ministerio de Educación abrió el tema de los uniformes, llegando a la conclusión de que la decisión respectiva depende de cada escuela. Sobre los uniformes escolares hemos conversado en esta edición de A Toda Marcha con algunos alumnos, así como con sus padres.
"A mí me gusta la idea de los uniformes y de seguro apoyaría su introducción en las escuelas locales", sostuvo la doctora Petra, quien trabaja en un hospital de Praga.
Su hija Pavla, de catorce años de edad, alumna de secundaria, no se muestra tan entusiasmada.
"La verdad es que ya tengo cierta experiencia con los uniformes. Me dedico a la natación y, al viajar a las competiciones, las alumnas de nuestra escuela vestimos uniformes que nos identifican con nuestro centro escolar. Pero no puedo decir que me gustara vestirlos o que sienta orgullo por representar así a mi escuela".
Katka, maestra de profesión, es ama de casa actualmente y con su esposo y sus dos hijos viven en la ciudad de Kladno, a unos treinta kilómetros de la capital. Antes de plantearnos su punto de vista, vaciló un poco."Bueno, yo no tengo una opinión fija respecto a los uniformes escolares. Considero que en algunas escuelas sería bastante positivo introducirlos, en especial en las que hay grandes diferencias sociales entre los alumnos. Pero en las primarias no creo que sea necesario. Desde mi punto de vista los uniformes no son un problema fundamental para la enseñanza checa. Mucho más apropiado sería cambiar todo el sistema educativo", señaló Katka.
Mientras tanto, la ingeniera Lenka, quien vive en las afueras de la capital y es madre de dos hijos, apoya incondicionalmente la introducción de uniformes en las escuelas checas, apuntando que ésa sería una de las mejores decisiones que podría adoptarse en el sector.
"Los uniformes escolares solucionarían un montón de problemas entre los niños. Por eso considero que sería un paso positivo que no vacilaría en apoyar", insistió Lenka.
La señora Lenka apuntó que cada escuela, naturalmente, podría tener su propio uniforme para distinguirse de las demás y que su elaboración podría ser encargada a renombrados diseñadores de moda.
Klára de quince años de edad, alumna de secundaria, cree que los uniformes no son mala idea, pero se niega a usarlos.
"Sé que en muchos países usan uniformes en las escuelas y están orgullosos de ellos. Gracias a éstos desaparecen las diferencias entre los alumnos en el modo de vestir y los niños ricos no se burlan de los pobres. Por otro lado, en la ropa de calle uno se siente mucho mejor. Los uniformes son muy formales y nos hacen recordar a los soldados. ¡Por lo que a mí tendrían que obligarme para que usara un uniforme escolar!" Así recalcó Clara.
Bárbara, de once años de edad, coincidió con Klára.
"Nunca usaría un uniforme para ir a la escuela. Simplemente no podría usarlo, porque me sentiría en él muy incómoda", matizó Bárbara.
La señora Lenka está convencida que los niños se acostumbrarían a ponerse los uniformes escolares. Es mejor que tener que resolver casi a diario con nuestros hijos qué vestir, afirma.
"En mi familia hemos tenido que afrontar el problema de las vestimentas de marca y es muy desagradable", señaló Lenka.
En opinión de Lenka, los niños frecuentan la escuela para aprender historia, matemáticas, física, etc., y no para analizar lo que visten sus colegas de clase. Al parecer, según las respuestas de nuestros entrevistados en esta A Toda Marcha, en caso de realizarse un debate público sobre los uniformes escolares, los padres y sus hijos se encontrarían en bandos opuestos...
Y ¿Qué opinan ustedes, amigos, sobre el tema?