Los conductores checos dificultan la labor de vehículos de emergencia
Según la Asociación de Psicólogos de Tráfico, los automovilistas checos no responden correctamente al paso de vehículos de emergencia, lo que hace que los conductores de estos vehículos se sientan amenazados.
Según una encuesta realizada por la Asociación de Psicólogos de Tráfico, no obstante, más de la mitad de los agentes de Policía en la República Checa tiene la experiencia de que los conductores checos no saben cómo actuar cuando se aproxima un vehículo de emergencia, como ambulancias y coches de Policía.
Los automovilistas a menudo no se hacen a un lado, o ignoran por completo las sirenas y las luces de advertencia. Algunos incluso reaccionan de una manera agresiva, como dice Lenka Šrámková de la Asociación de Psicólogos de Tráfico.
“El comportamiento de los conductores se puede dividir en dos grupos. En primer lugar, los que son incapaces de dar paso a los vehículos de emergencia, por falta de atención o confusión. En segundo lugar, los que obstruyen deliberadamente el paso de los vehículos”.
Los policías se enfrentan a problemas por ejemplo cuando los conductores de repente detienen su coche y obstruyen la carretera. A veces incluso se niegan a crear un pasillo de emergencia para dar paso a los vehículos.
Otra situación bastante común es que, tras quitarse de en medio, los conductores cierran el pasillo demasiado rápido, lo que impide a otros vehículos pasar, continúa Šrámková.
“Las personas no se dan cuenta de que podría venir otro vehículo. En la mayoría de los casos es necesaria la intervención de varios”.
En casos extremos, los conductores utilizan los pasillos de emergencia en dirección opuesta para evitar el tráfico en las carreteras. Por este delito se enfrentan a hasta dos años de prisión.
La encuesta realizada por la Asociación de Psicólogos de Tráfico, en la que participaron más de 1500 policías, mostró que cerca del 90% de los agentes se han sentido amenazados por el comportamiento de los conductores en las carreteras. Más del 60% de los encuestados indicaron que los checos no responden adecuadamente al paso de los coches de emergencia.
Entre los que tienen experiencias negativas en situaciones similares está el criminólogo Tomáš Peleška, quien trabajó como policía en la Unidad Motorizada de Emergencia de Praga durante 17 años.“Una de las peores cosas que la gente hace es que de repente frenan el vehículo al escuchar la sirena. Es mucho mejor apretar la señal de advertencia y manejar lentamente hacia un lado”.
Peleška se ha encontrado también con la arrogancia de los conductores que bloquean a propósito los vehículos de emergencia.
“A menudo se trata de personas que han sido penalizadas y sienten aversión por la Policía. Creo que este es uno de los principales motivos de su comportamiento”.
Estas personas tienden a huir de la Policía, dice Peleška. El criminólogo sostiene que a pesar del riesgo en que se ponen los agentes de Policía, estos deben perseguir el vehículo hasta detener al conductor. La matrícula en sí no es de mucha utilidad en estos casos.
“Gracias a la matrícula se puede encontrar el coche o a su propietario, pero nada más. Si secuestran a un niño, por ejemplo, no lo vas a encontrar a menos que persigas el vehículo”.
La Asociación de Psicólogos de Tráfico quiere imponer cursos obligatorios de conducción segura para los automovilistas que cometen delitos de forma reiterada.